«Nos ha dejado una persona buena»

MADRID- Conmocionado. Hundido. El mundo del toro se quedó sin palabras ante la noticia del fallecimiento de uno de sus máximos precursores. Pero, por encima de su descomunal talento como torero, los profesionales y compañeros coincidieron en una cosa. «Se va una persona buena e importante para la Fiesta».

Así, su Majestad Santiago martín «El Viti», torero de su misma expresión clásica y sin alardes, lamentó el adiós a «un gran compañero y mejor amigo». «Estoy anodado, ya sólo nos queda rezar por él... ¡qué vida!», suspiró el diestro charro. Otro de sus compañeros tantas y tantas tardes en el portón de cuadrillas fue Curro Vázquez con el que rivalizó por compartir ambos la vítola de ser toreros de Madrid: «Siempre sentí una gran admiración por él, en realidad su figura hay que resumirla con un torero de toreros».

Pero, además, como toda leyenda del toreo. Antoñete sirvió de inspiración para los toreros que daban sus primeros pasos en el tramo final de la carrera del diestro del perenne mechón blanco. Como por ejemplo, el colombiano César Rincón que le calificó tras conocer la triste noticia como «un espejo» en el que siempre quiso reflejarse. «Me apadrinó en mi alternativa y su nombre y su recuerdo los voy a llevar siempre en el corazón», recordó el torero sudamericano que, como Chenel, fraguó su torero en el corazón del precioso coso venteño.

Por su parte, Emilio Muñoz fue más allá. Y es que el torero de Triana no sólo compartió codo con codo su profesión sobre el albero, sino que también lo hizo más tarde –con sus respectivas coletas ya cortadas– delante de un micrófono de televisión: «Lo siento, de Antonio habría que decir muchas cosas muy bonitas y sentidas, pero ahora no es el momento para mí, estoy destrozado».

Por su parte, las redes sociales, que tras conocer su delicado estado de salud tornaron por unas horas el #fuerzapadilla en #fuerza chenel, también recibieron una lluvia de mensajes a la memoria de Antoñete. De hecho, su muerte se convirtió en tendencia a nivel mundial. «Noche triste, pero conuna estrella nueva deslumbrante en el firmamento», afirmó José Manzanares, con cuyo padre también compartió cartel.