El férreo blindaje policial disuade a los radicales

BARCELONA- El férreo dispositivo de seguridad de la cumbre del Banco Central Europeo en Barcelona ha sido un éxito. En total, 4.500 agentes de los Mossos d'Esquadra, 2.300 Policías Nacionales y 1.200 agentes de la Guardia Civil han blindado todos los rincones de la capital catalana garantizando así la seguridad de los altos mandatarios y los ciudadanos. Atrás quedan los violentos altercados de la huelga general del 29-M. La promesa de mano dura contra el vandalismo hecha por el Ministerio de Interior que dirige Jorge Fernández ha dado sus frutos. Uno de los ejemplos fue la manifestación que tuvo lugar ayer por la mañana, en la que participaron 7.500 estudiantes universitarios, según la Guardia Urbana. «No ha habido ni detenciones ni incidentes destacables», afirmó un portavoz de la policía autonómica. Por la tarde, un grupo de unos 300 jóvenes volvió a rebelarse. Hubo momentos de tensión y empujones y los Mossos hicieron identificaciones de jóvenes que se definieron como anticapitalistas, independentistas e indignados.
Sin embargo, y pese a los rumores vía Twitter de que se había convocado una supuesta manifestación anticapitalista, nada de ello logró consumarse. Tras varias horas de paciente espera, en ningún lugar de la ciudad condal hubo concentración de activistas, por lo que los periodistas, los furgones y las dotaciones policiales se fueron retirando paulatinamente del centro ante la falta de incidentes. Únicamente, los agentes aprovecharon para hacer algunas identificaciones, pero sin detenciones.

Desde la suspensión del Tratado de Schengen, la Policía Nacional ha denegado la entrada a 49 personas, ha practicado 20 detenciones en las fronteras y ha incautado armas, material pirotécnico, sprays y máscaras propias del colectivo de los indignados. Durante las 128 horas de suspensión de la libre circulación, hasta 299.364 personas han sido controladas.