Gómez se impone y Lissavetzky estalla

A pesar de que el candidato para la capital –reconocido apoyo de la rival de Gómez en las primarias– pidió «independencia» a la hora de elaborar su equipo, finalmente no ha logrado salvarse del rodillo del secretario general. El líder de los socialistas madrileños, haciendo uso de su poder en la Ejecutiva regional, aprobaba a media tarde de ayer la lista que ha preparado para Lissavetzky por asentimiento de los miembros de este órgano. Al parecer, el candidato municipal no está de acuerdo con la lista alcanzada e, incluso, ha llegado a enviar una carta al secretario general pidiendo una «prórroga» para confeccionar una papeleta de consenso. En la misiva, Lissavetzky apela al artículo 72 de los estatutos del Partido Socialista, que impedirían la votación de una candidatura que no tuviera el visto bueno del «número uno» de la misma.

Con la lista aprobada, al secretario de Estado para el Deporte sólo le queda un recurso, la Comisión Ejecutiva Federal, en cuyas manos ya ha puesto el caso. En Ferraz sabían que para unir al tándem Gómez-Lissavetzky iban a necesitar pegamento extrafuerte; ahora, con una nueva crisis abierta en la capital, tendrán que poner tiritas sobre unas grietas que, para Lissavetzky, «hoy resultan insalvables».