Barcelona
Rezan a la UEFA
Lunes, 18: Ferrer
El querer es, en efecto, el motor del poder. Goethe admiraba el poder de concentración de Beethoven, su energía interior, su temperamento de luchador. Rafa Nadal y David Ferrer, al margen de la circunstancia de la victoria o la derrota, son también admirables por las cualidades que Goethe resaltaba en Beethoven. La terca voluntad de una voluntad invulnerable al desánimo, o sea David y Rafa, dos colosos del querer y el poder.
Martes, 19: Di Stéfano
Alfredo di Stefano nació con el gen del honor de la verdad. Ha escrito dos verdades sin tacha de zalema: el Barcelona es un equipo brillante, el fúbol del Real Madrid no tiene personalidad (no debe confundirse estilo con casta y coraje ). Quien escribe, si miente, se prostituye (alguien). No es el caso de Di Stefano, y eso, el que no se haya prostituido, ha herido el forofismo de los ñoños.
–Di Stéfano –me comentan– no es Valdano, afortunadamente. Valdano, el otro día, jugó una vez más al fariseo juego de la paradoja. Dijo que el plante de Mourinho a la Prensa era «interpretable», no así el plante de la Prensa a Karanka. Elogio de Mourinho(al que tanto quiere) y pescozón a la Prensa. Valdano, sencillamente, es un «vividor» inteligente: «vaya yo caliente...».
Miércoles, 20: Marta
Marta Domínguez, la Operación Galgo y el «galgo» Odriozola. Marta es inocente. Cuando el cisco del dopaje de la «Operación Galgo», Marta fue imputada y el presidente de la Federación Española de Atletismo, «deprisa, deprisa», a la velocidad de galgo tras liebre en canódromo, la suspendió «cautelarmente» como vicepresidenta de honor. Odriozola, pues, dudó de ella, como San Pedro de Jesús. La imputación es solo una sombra, una sospecha, no un delito. A Marta se le ha hecho daño en su dignidad. ¿Qué hará ahora el «galgo» señor Odriozola? Creo que, en este asunto, ha quedado peor el señor Odriozola por su histérico pánico a no sé qué que nuestra atleta de oro, oro que sólo ha manchado tan torpe como inútilmente la cobardía de la «suspensión cautelar» del señor Odriozola.
Jueves, 21: el día...
El día después. Ciertamente, la victoria del Real Madrid en la Copa del Rey no estaba en el guión del Barça de Guardiola. Leo, con respeto, a los antimourinhistas. Para Luis Racinero, «Mou» es un pelma y el Real Madrid, con él, juega como un equipo colista. Frances Aguilar advierte que Mourinho, también en la «Champions», va a plantear un enfrentamiento físico, pero desliza sibilinamente el mensaje de que el árbitro, esta vez, actuará «con criterio UEFA». Fernando Polo lanza un SOS a Platini y espera que «los árbitros» de la UEFA frenen la dureza extrema del Real Madrid de «Mou». Conclusión: el Barcelona reza a la UEFA.
Viernes, 22: España
Es grande la España del deporte. En España y fuera de España. En tenis, en Montecarlo, Nadal contra Ferrer, y en la «Champions», el Barcelona contra el Real Madrid.
–Si fuésemos tan «grandes» gobernándonos, qué gran país seríamos, ¿no? –reflexiona Hernán San Pedro–. Sol –completamente apolítico, a Dios gracias– y deporte: he aquí la parte de España que nos optimiza. Ah. Piqué ama a España y lo español, de igual manera que ama a Cataluña y lo catalán. Ama también a Shakira.
Sábado, 23: miedo
El 3-6 del Barça al Valencia en Mestalla hace crecer todavía más el antimourinhismo en la Ciudad Condal. «Arriba y abajo» es serie de éxito en la televisión. Hasta hace unos días, el Barça era, en el fútbol hispano, el «arriba» y el «abajo», el Real Madrid. Ya no. Tornas cambiadas. El que ahora está arriba es el Real Madrid. Teme al azulgranismo, y con razón, que los tentáculos del pulpo desdeñen al Barça y que el «pelma» de Mourinho acabe de hundir en la «porca miseria» al Barça. El delicioso y apasionante juego del fútbol, tan deliciosamente frívolo y cambiante.
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