Distribución

La especulación un problema creciente

Los precios de los productos agrarios de primera necesidad que se utilizan para elaborar los alimentos de consumo más frecuente han experimentado desde junio importantes incrementos en el mercado mundial y en el interior español. Entre ellos destacan todos los cereales (trigo, cebada y maíz, fundamentalmente), las oleaginosas (soja, girasol y colza) y el algodón.

La subida de los precios está derivando en revueltas sociales en países en vías de desarrollo o subdesarrollados, como las de Túnez
La subida de los precios está derivando en revueltas sociales en países en vías de desarrollo o subdesarrollados, como las de Túnezlarazon

También han subido, aunque en menor medida, el arroz y el azúcar. Ello, junto a la escalada del precio del petróleo, se está traduciendo ya en un incremento del componente Alimentación del IPC en los países desarrollados, entre ellos España, y, lo que es más grave, en tensiones sociales y en el aumento del hambre en países en vías de desarrollo o subdesarrollados. Es lo que ha sucedido en Túnez y Argelia, con la caída en el primero de ellos del máximo mandatario, que se vio obligado a huir después de dejar tras de sí un reguero de muertos y de algaradas.

Las cotizaciones de los cereales han experimentado en el mercado interior español subidas que oscilan entre el 50 y el 80%, dependiendo de los productos si se comparan las cifras que había en los primeros diez días de enero de 2010 y las que se han registrado en el mismo periodo de 2011. Si se toma como referencia el comienzo de la actual campaña de comercialización, en julio pasado, prácticamente se han duplicado. Ello se ha traducido en un importante incremento de los costes de producción de los ganaderos, hecho que ha colocado ya a muchas explotaciones en una situación de pérdidas muy elevadas, lo que podría provocar una reducción de la cabaña de las distintas especies y el cierre de las mismas, ya que los precios de los animales no han subido en la medida necesaria (incluso han bajado) para equilibrar la situación. En lo que respecta a los alimentos de consumo humano, al subir el trigo han aumentado los precios de la harina y todos sus derivados, así como el aceite de girasol. Todo apunta a que continuará esta tendencia en los próximos meses. Mientras tanto, la Comisión ha presentado días atrás un informe sobre las perspectivas de los mercados agrarios para la década que acaba de comenzar. Una de sus conclusiones es que aumentará la volatilidad de los precios de los productos agrarios, derivada en parte de la reducción de la oferta de materias primas a nivel mundial, del incremento del consumo y de las actuaciones, cada vez más frecuentes, de los especuladores. Los autores del informe también indican que la inestabilidad de las cotizaciones está ligada, a menudo, a materias primas no agrícolas, como el petróleo. Las previsiones apuntan que la UE se consolidará en los próximos años como importadora neta de azúcar y de casi todas las carnes. Por otro lado, el relator especial para el Derecho a la Alimentación de la ONU ha declarado que ochenta países se encuentran en situación de déficit alimentario; también ha denunciado la especulación en los mercados y ha defendido una mayor transparencia y una mejor gestión de los stocks. Olivier de Schutter ha sugerido tres posibles vías para combatir la especulación: reconstituir los stocks alimentarios para equilibrar los precios, limitar el número de posiciones de futuro y, por último, introducir más transparencia en los mercados de productos derivados que operan con materias primas de origen agrario. Precisamente, éste fue uno de los asuntos que trataron días atrás Obama y Sarkozy en una entrevista que mantuvieron.