Gabriel Campillo: «Los realities nos absorben el coco»

–¿Qué espera que le pase en las vacaciones y nunca le sucede?
–Que me toque la lotería.

–¿Es bueno para la pareja que cada uno veranee por su lado?
–Si te llevas bien con ella, lo mejor es estar con tu mujer.

–Se encuentra en un chiringuito con Zapatero. ¿Qué le dice?
–Después de dos tragos: «¿Cómo ha sido capaz de cagarla tanto?».

–Se habla de vacaciones más austeras. ¿Ha prescindido de algo?
–Le piso menos al coche para ahorrar gasolina. Voy como una abuelita.

–¿Le parece indecente gastar dinero en...?
–En cualquier derroche para aparentar.

–¿Qué haría si le tocara la Primitiva?
 –Pegarme las mejores vacaciones de mi vida.

–¿El sexo sin amor es una experiencia vacía?
–Sin amor es bueno y con amor es mejor.

–¿El verano le convierte en una persona más atrevida?
–No, pero tienes más ganas de lío: te castigan mucho la vista.

–¿El verano ya no es lo que era por...?
–Por culpa de los años, que te cambian la película.

–¿Su canción de verano inolvidable?
–Las de Georgie Dann: «La barbacoa», «El chiringuito»...

–¿Mira los cuerpos semidesnudos con disimulo o...?
–Miro abiertamente, pero sin lascivia, sin que se me caiga la baba.

–¿Dónde clava la mirada primero?
–En los pechos.

–¿Está preparado para ser más pobre?
–Llevo año y medio sin ingresos. En EE UU sería rico, aquí soy pobre. Soy un playboy: me mantiene mi mujer (risas).

–¿La horterada de estos días?
–El móvil con la música altísima.

–¿Cuál sería la nueva serpiente de verano?
–Los «realities»: nos absorben el coco.

–¿Estamos bailando un vals en la cubierta del «Titanic»?
–Sí, y no se hace nada para evitar el naufragio, o eso parece.

–¿Qué es la prima de riesgo?
–¿Una prima que hace alpinismo?