Guapas listas y temibles

A mediados de los años setenta aún abundaban las televisiones en blanco y negro. Sin embargo, la presencia en «Los Ángeles de Charlie» de tres mujeres explosivas llenaron de color la pequeña pantalla. Jaclyn Smith, Kate Jackson y, sobre todo, Farrah Fawcett Majors, se convirtieron en los símbolos y referentes sexuales de la época gracias a unos estilismos y unos peinados que hoy en día se pueden calificar como imposibles, pero que en su momento se convirtieron en una tendencia.
Más de treinta años después, los «ángeles» han resucitado, a pesar de que a sus protagonistas –Annie Ilon, Minka Kelly y Rachael Taylor– les queda mucho camino por recorrer para tener el mismo tirón popular que sus antecesoras.

Las tramas no se apartan del original. Charlie Townsend es un misterioso hombre –del que nunca conoceremos el físico, sólo su voz– que encomienda a las protagonistas distintas misiones en las que el riesgo está a la orden del día. Aunque al principio las tres jóvenes estaban dispuestas a unirse a la Policía, Charlie las capta para que trabajen en una fundación privada.

Cada una de ellas tiene su particular punto fuerte. Kate domina las artes marciales. Abby es una brillante estafadora y Marisa aplica con brillantez todos los conocimientos que logró en la Marina de los Estados Unidos. El terceto está conjurado para acorralar a los criminales a través de líneas de investigación que siempre sorprenden al espectador.