Estados Unidos

Los colonos dan por zanjada la moratoria y vuelven a construir en Cisjordania

A plena luz del día, retransmitido a todo mundo y sin esperar siquiera al final oficial de la moratoria (que se zanjaba la madrugada del domingo). Los colonos judíos han vuelto a construir y simbolizaron ayer por la tarde el final de los diez meses de paralización de edificaciones en Cisjordania con diversos actos.

Los colonos dan por zanjada la moratoria y vuelven a construir en Cisjordania
Los colonos dan por zanjada la moratoria y vuelven a construir en Cisjordanialarazon

En el asentamiento de Kiryat Netafim se puso la primera piedra de una guardería, mientras que en el de Revava, unas 2.500 personas se congregaron para lanzar 2.000 globos, uno por cada una de las viviendas que empezarán a construirse hoy, informaba el diario «Haaretz».

Tractores, hormigoneras y congregación multitudinaria de la derecha más extrema israelí en un claro desafío a Estados Unidos, a los palestinos y a su propio Gobierno. El primer ministro, Benjamin Netanyahu, había pedido a los colonos «evitar cualquier provocación» y mantener una «actitud discreta ante los medios» para no agravar más la relación con los vecinos.

Expirada la moratoria y sin ningún anuncio público de las partes al cierre de esta edición, se puede afirmar que Israel mantiene su postura y no prorrogará la medida que adoptó hace diez meses a petición de EE UU como gesto de buena voluntad para que los palestinos aceptaran el diálogo directo. Queda por ver qué actitud toma ahora el líder de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, que llegaba ayer a Francia para reunirse con el presidente, Nicolas Sarkozy, y que ha repetido en numerosas ocasiones que dejaría de dialogar en el acto si se reanudaba la urbanización de asentamientos israelíes.

Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, dijo ayer en una entrevista a la cadena BBC que la probabilidad de lograr un entendimiento de las partes con respecto a la moratoria estaba al «50 a 50» y que las posibilidades de lograr un acuerdo de paz en esta ocasión eran «más altas». Según Barak, Israel y Palestina no pueden permitirse que «el potencial impacto histórico de este diálogo se atenúe por estas construcciones», aseguró.


Una flotilla con pasajeros judíos
La fórmula flotilla como reivindicación del final de la restricción marítima de Israel sobre Gaza ha vuelto a ponerse en marcha. En esta ocasión, en una nueva vuelta de tuerca del concepto, la embarcación, de nombre «Irene» y bandera británica lleva a bordo activistas judíos. A mediodía de ayer partió de Chipre el navío que añadirá en los próximos días un nuevo quebradero de cabeza a Netanyahu. En el barco van diez pasajeros judíos de distintas nacionalidades, así como un periodista y la tripulación. La carga incluye juguetes, libros, redes de pesca y material hospitalario. El objetivo es alcanzar la costa de Gaza y entregar la mercancía en un «acto simbólico de solidaridad y protesta», dice Richard Kuper, de la organización Judíos por la Justicia para los Palestinos.