Castilla-La Mancha
Vuelco autonómico
Si lo que pretendía Zapatero con el anuncio de que no se postulará como candidato a las generales de 2012 era que los barones regionales del PSOE no pagaran en las urnas los platos rotos de su política, parece bastante probable que el presidente no logre su objetivo. El mapa que dibuja la encuesta que publica hoy LA RAZÓN avanza que las elecciones del 22 de mayo anticiparán un cambio radical y un nuevo ciclo político. Una contundente victoria del PP en las municipales y autonómicas vendría a garantizar, como ya es una constante en los comportamientos electorales, el triunfo de Rajoy en las generales del próximo año. Según los datos de NC Report, el PSOE perderá cuatro de sus feudos en liza; sólo en Extremadura podrán seguir gobernando, a pesar de sufrir un retroceso de 6,5 puntos. En el otro extremo se encuentra Baleares, en la que el PP recuperaría, cuatro años después, la mayoría absoluta, al sumar el 49,1% de los votos. El futuro de Aragón y de Asturias, sin embargo, podría decidirse en los pactos postelectorales. El Gobierno de Marcelino Iglesias, actual número tres del PSOE, recibiría un serio correctivo de los aragoneses con la pérdida de más de 4 puntos. Los populares, como lista más votada, podrían formar gobierno si logran el apoyo del PAR. Algo similar ocurre en Asturias. Las urnas volverían a dar al PSOE la victoria, a pesar de dejarse por el camino casi 7 puntos, pero un pacto entre el PP y el partido recién creado por Álvarez Cascos abriría las puertas al cambio en esta comunidad. Donde todo puede decidirse por un apretado puñado de votos es en Castilla-La Mancha. Se da la paradoja de que, a pesar de que el presidente Barreda recibiría más votos que María Dolores de Cospedal, es el PP la formación con más opciones de sumar los 25 escaños que dan la mayoría absoluta. La clave podría estar en Guadalajara: si en esta provincia, el PP obtiene dos diputados más que el PSOE, podrá formar gobierno. Por lo demás, todo apunta a que no habrá sorpresas en las comunidades con gobiernos del PP. Esperanza Aguirre está en condiciones de llegar a sumar 76 diputados y un 55,1% de los votos, lo que significa una distancia de 26,8 puntos sobre Tomás Gómez. Un horizonte similar se perfila en la Comunidad Valenciana, en donde Francisco Camps mejora sus resultados y roza el 56%, pese al acoso mediático y político al que está sometido. En Castilla y León, Murcia y La Rioja, los presidentes populares consolidan sus cómodas mayorías a costa de un PSOE en claro retroceso. En Cantabria, también hay perspectivas de cambio que dejarían sin opciones al pacto entre Revilla y los socialistas. En Navarra, el PP crece hasta los diez diputados, lo que impediría un Ejecutivo PSOE-Nafarroa Bai. Finalmente en Canarias, Coalición Canaria vencería y el PSOE pasaría de primera a tercera fuerza. Todos estos datos no hacen sino reforzar la previsión de un giro de 180 grados en la gobernación municipal y autonómica de España. Si finalmente las encuestas se transforman en realidad, Zapatero estaría obligado a anticipar las elecciones generales. Lo contrario sería alargar una Legislatura agotada y sostener un Gobierno aislado y sin apoyo ciudadano.
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