Zaragoza
Un suspiro
Es aconsejable que el equipo inferior trate de equilibrar el juego jugando con más velocidad que el contrario. Con ello se puede obtener, en ocasiones, resultado satisfactorio. Si quien posee más calidad, además, impone mayor rapidez, el partido acaba siendo lo que los clásicos llamaban paseo militar. Tal fue lo sucedido en el Santiago Bernabéu. El Real Madrid, mucho mejor equipo, salió dispuesto a emular a Gento y en quince minutos había marcado dos goles. Antes de la media hora goleaba.
El fútbol, afortunadamente no tiene única solución. Al Madrid se le notó inseguridad, dudas, al comienzo de la temporada, y ahora que el entrenador ha encontrado el equipo ideal, también tiene el conjunto fórmula idónea para aprovechar sus condiciones. El Real Madrid ha afirmado su defensa y es difícil batir a Iker Casillas, y para imponerse al adversario requiere el contragolpe como arma decisiva. Con envíos de balones a las bandas y a la espalda de los zagueros adversarios, los delanteros madridistas tardaron muy poco en difuminar al Racing a pesar de su colorinesca y sorprendente indumentaria.
No hubo pelea, a pesar de que el Racing puso voluntad y la intentó.
El Madrid ha encontrado su fútbol que no debe ser comparado con el del Barça, como se ha hecho hasta ahora. El espectáculo no está sólo en el toque, en la reiteración del pase hasta encontrar el hueco.
El sistema tradicional también tiene virtudes y brillantez. Al equipo madrileño le duró un suspiro el Racing y el Barcelona, hasta contra diez hombres, tardó en afirmar su victoria en Zaragoza.
No hay una sola verdad balompédica.
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