Las infraestructuras frenan al coche eléctrico

Madrid- El debate sobre la viabilidad y utilización del coche eléctrico es siempre una constante en los foros relacionados con el mundo del motor. Y en el organizado por LA RAZÓN no podía ser una excepción. Todos los expertos sentados alrededor de la mesa expusieron sus dudas sobre la viabilidad de este sistema de movilidad. Ricardo Olalla opina que su tecnología es aún incipiente y que, si bien encontrará un hueco en la automoción del futuro, siempre será un nicho en el mercado. «Pero su tecnología puede ser aplicable a los coches híbridos y estos si que tienen un futuro muy claro a medio plazo».

 Diego Colomer es más duro en su análisis: «Hay mucha demagogia en este tema, porque la energía no se almacena. No existe el cero emisiones. La energía se produce en algún sitio, y allí si que hay contaminación y pérdidas en el transporte. Es preferible apostar por las nuevas tecnologías de los motores de explosión de bajísimo nivel de emisiones. Además, los eléctricos no tienen casi autonomía y para poderlos utilizar a diario hay que tener un garage con enchufe en casa y otro en el trabajo. Algo impensable. Además de ser un transporte para ricos, ya que el eléctrico siempre tiene que ser un segundo coche, pués no tiene autonomía para viajar».

 Tampoco cree en la viabilidad a corto y medio plazo de este sistema de transporte López Frade: «Puede que les sirva a mis nietos. Desde luego, no a mis hijos. A medio plazo, no lo veo, porque además hay que tener en cuenta el precio más elevado de los coches de este tipo. Por eso deben estar subvencionados. La prueba de ello es que las previsiones que se hicieron han fracasado. Hay que recordar que el anterior ministro de Industria llegó a hablar de un millón de coches eléctricos. Y hoy vemos en que se han quedado esas pevisiones».

 Para que el coche eléctrico pueda ser una realidad debe producirse, según Ignacio Traver, un cambio de mentalidad de los usuarios en lo que se refiere a la movilidad. «E incrementar las infraestructuras, porque la realidad es que actualmente no hay enchufes dónde poder conectar la recarga del automóvil».

 En opinión de Ricardo Olalla, las ayudas que se pusieron en marcha en la etapa del Gobierno de Zapatero deberían haberse dirigido a incentivar las ayudas a la compra, lo que habría beneficiado a fabricantes y, sobre todo, a la red comercial, que está en serias dificultades. «Creo que el camino debe ser trabajar en la reducción de emisiones buscando la mayor eficiencia de los actuales motores convencionales, que cada vez están ofreciendo niveles de contaminación más reducidos, por debajo de los 120 gramos por kilómetro recorrido.

 Gutiérrez Colomer apuntó también el punto de vista del reciclaje de las piezas de los automóviles, como aportación del sector a una menor contaminación. Actualmente, más del 80% de las piezas que componen un vehículo han sido construídas pensando en su posterior reutilización. Pero ésto no se da en los coches eléctricos, ya que su fuente de energía viene de las baterías y estas no son nada fáciles de reciclar, al menos con las actuales tecnologías.