Sevilla

Contra el tópico andaluz por Paco Reyero

Contra el tópico andaluz por Paco Reyero
Contra el tópico andaluz por Paco Reyerolarazon

Hasta la sesión matiné de ayer, la cita del Palacio de Congresos de Sevilla venía siendo una gala a los más populares. Más la celebración de una gala –con su realización televisiva medida– que un congreso al uso. Pero, llegado Arenas al atril recordó con sorna lo tentadora que resulta la noche sevillana, incluso en febrero y con el relente del Guadalquivir al fondo. En esta advertencia coincidió con la del portero de una de las discotecas más visitadas del cónclave. El portero se atrevió a conminar a los representantes pasadas las dos de la madrugada del viernes: «Mañana no sé de qué vais a hablar, porque aquí lo estáis hablando todo ahora. Todos los congresos acaban en lo mismo, sean de medicina, de veterinaria o de política». En su sereno discurso, el líder del PP regional «guiñó» a Aznar al comprometerse que su permanencia en la presidencia de la Junta no se prolongará más de dos legislaturas. La idea central de su intervención fue cargar todo el peso del «tópico del andaluz» (indolente, nefelibato, manirroto) sobre la vieja forma de gobernar del PSOE. Del «rapto de Europa», al «rapto de Andalucía», tierra que tras treinta años de apoyo incontestable al socialismo, es declarada no culpable, como si hubiera sufrido un vahído (de décadas). Arenas, que no transmite la ansiedad de la victoria e insiste «en la responsabilidad de gobernar», tuvo la habilidad de reconocer a Aznar, como decimos, y desbrozar el camino a Rajoy. En su inmediata intervención, el presidente del PP nacional legitimó su argumento del tópico y sacralizó la estrategia del partido andaluz durante los últimos ocho años de carretera y manta «desde el poniente almeriense hasta Punta Umbría». Es recordada la anécdota de Arenas al llegar a uno de los primeros consejos de ministros. Siendo titular de Trabajo, uno de sus compañeros de gabinete le dijo: «Arenas tú que eres andaluz, cuéntanos un chiste». La respuesta textual fue «el chiste que lo cuente tu padre que a lo mejor tiene más gracia». Es posible, utilizando las palabras de Julio Pardo, que esta tierra sea un cachondeo, pero si así fuera, sería «un cachondeo muy serio». En este sentido, el PP ha exhibido su disposición a acabar -y las circunstancias le son favorables- con el pensamiento juanramoniano de que «quietas están las cosas y qué bien se está con ellas». Así Rajoy arrancó su comparecencia en el plenario recalcando que su amor por Andalucía no es un cumplido y que a él le sobran todos los tópicos. Desde su llegada a la presidencia del partido en 2004, Rajoy –aconsejado por Arenas– puso en marcha una estrategia de atención a Andalucía, a diferencia de la estrategia pugnaz de Aznar con los incontestables gobiernos de Chaves. Al aproximarse las elecciones del 25 de marzo, tanto Cospedal como Rajoy reivindicaron el espíritu de la constitución de 1812. El asedio de hace dos siglos era de las tropas napoleónicas contra toda un nación que estaba refugiada en Cádiz. Ahora, el refugio es sólo para el PSOE.