Egipto
Al Qaida amenaza con matar cristianos «allá donde estén»
La matanza de más de medio centenar de personas en una iglesia católica de Bagdad durante la misa del pasado domingo parece ser un botón de muestra de lo que Al Qaida está dispuesto a hacer con los cristianos en Irak.
En un comunicado difundido ayer por el grupo «Estado Islámico de Irak», la rama local del movimiento terrorista fundado por Ben Laden, los integristas amenazan con «matar a los cristianos allá donde estén», si no se libera a dos mujeres, presuntamente convertidas al Islam, que estarían siendo retenidas por la Iglesia copta, en Egipto. La historia del supuesto «secuestro», mil veces desmentido tanto por la autoridades egipcias como por los responsables de la Iglesia copta, ha corrido como la pólvora por los barrios populares islámicos, proclives a creer este tipo de leyendas urbanas.
«Se ha acabado el plazo dado a la Iglesia cristiana en el Egipto musulmán para que aclare la situación de nuestras hermanas retenidas y para que las ponga en libertad. Por eso, el Ministerio de la Guerra del Estado Islámico de Irak anuncia que todos los centros, organizaciones y organismos cristianos, con sus dirigentes y seguidores, son objetivos legítimos para los muyahidín», reza el comunicado de los terroristas, que ya han dado múltiples muestras de hasta dónde son capaces de llegar.
Prueba de ello es que el caso de las falsas secuestradas fue la excusa que esgrimió el grupo terrorista el pasado domingo 31 de octubre para secuestrar a todos los feligreses presentes en la iglesia de Nuestra Señora de la Salvación. Exigían su puesta en libertad a cambio de la vida de los rehenes. Ante lo absurdo, por imposible, de la situación, las Fuerzas de Seguridad iraquíes asaltaron el templo apenas unas horas después de recibir las exigencias del comando terrorista, que había dado un plazo de 48 horas para que fueran liberadas, cita textual, «sus hermanas en la religión, detenidas en las cárceles de los monasterios y las iglesias de la infidelidad en Egipto». El asalto de la Policía iraquí devino en tragedia cuando algunos de los secuestradores se escondieron entre los rehenes e hicieron detonar sus cinturones bomba al entrar los primeros agentes.
El grupo terrorista se refería, entre otras, a Camellia Shehata, una cristiana copta que según la leyenda antes relatada se convirtió al islam y fue encarcelada en un monasterio. De poco ha servido que la propia implicada haya colgado un video en internet en el que desmiente los hechos. Para los integristas, no es más que una manipulación de los cristianos que, en todo caso, la habrían obligado a mentir. Para una religión como la islámica en la que la apostasía se castiga con la pena de muerte, es creíble el secuestro de una «apóstata» cristiana.
Pero lo más grave es que la amenaza de Al Qaida afecta por extensión a todos los cristianos del mundo. Así, en el mensaje de ayer se exige al Vaticano que se desvincule de la Iglesia copta si no quiere convertirse en blanco de sus ataques. «Que sepan estos infieles y a su cabeza El Vaticano que la espada de la muerte no se va a levantar de los cuellos de sus seguidores hasta que El Vaticano anuncie que no tiene nada que ver con lo que hacen los perros de la Iglesia egipcia». Para Al Qaida es indiferente que la Iglesia copta ortodoxa no sea de obediencia católica.
Por ello los terroristas advierten de que si los dirigentes de la Iglesia católica no toman esta postura «se abrirán las puertas de la destrucción y los mares de sangre». El Gobierno iraquí ha reforzado la protección de las iglesias y barrios cristianos , la mayoría de rito caldeo, cuyo éxodo se ha acelerado en los últimos años.
Irak: prohibido hablar con terroristas
La Policía iraquí cerró ayer las dos oficinas del canal de televisión local Al Bagdadiya porque éste recibió una llamada telefónica de uno de los terroristas que participó en la matanza del domingo pasado en una iglesia de Bagdad. Según el jefe de las oficinas, Hamid al Saeh, el atacante les transmitió sus peticiones: «Exigimos la puesta en libertad de nuestros detenidos o matamos a los que están con nosotros», advirtieron al telefonista de la empresa. Al Saeh asegura que tras ello, la cadena alertó a la Policía. Además, el acento del interlocutor era extranjero, una información que resultó crucial para las autoridades. Al Saeh defendió, asimismo, el trabajo de sus empleados, quienes ofrecieron el móvil que recibió la llamada del terrorista a la Policía para colaborar, pero, según cree, las autoridades han aprovechado para deshacerse de un canal crítico con el Gobierno.
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