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Sufrir y luchar por Nacho Villa
Las Ligas a veces no se ganan con espectáculo y con un juego milimetrado. En muchas ocasiones se ganan en campos estrechos, contra equipos luchadores y con muchísimo sacrificio.
Esto es lo que ocurrió este domingo en Vallecas. Un Madrid ordenado, un Madrid disciplinado y un Madrid que sabía muy bien lo que quería ganó a un Rayo Vallecano que dejó en el campo su mejor cara. Una cara valiente y rotunda. Pero ante esa bravura vallecana, el Madrid supo sufrir y luchar. Y supo poner esas gotas de clase y de diferencia que le hacen distinto.
El gol de taconazo de Cristiano Ronaldo en la segunda mitad del partido, cuando el Madrid estaba especialmente atenazado ante un Rayo correoso, ha vuelto a poner encima de la mesa el manual de cómo se gana una Liga: con esfuerzo, con sacrificio, con disciplina y sin protagonismos. El partido de Vallecas no fue un espectáculo para el fútbol. Fue un espectáculo de cordura.
Así se ganan las Ligas. Con contención en la defensa, con orden en el centro del campo y con chispas de maestría en el remate. El taconazo de Cristiano Ronaldo que le dio la victoria al Madrid ha llegado en el momento adecuado, cuando menos se esperaba y con esa brillantez que necesita un campeón de Liga. Simplemente, genial.
El Real Madrid ya sólo depende de sí mismo. Depende de sus genialidades, pero también de su sacrificio en el campo. Depende del convencimiento de que este año le toca ser campeón de Liga. Sin duda.
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