Barcelona
Mas globaliza su órdago e irá a otros países en busca de ayuda
Acusa a Madrid de «injusticia» y «deslealtad» por el reparto del déficit un día después de no hablar en el Senado
BARCELONA- Artur Mas mantuvo el tipo durante las ocho horas que duró la Conferencia de Presidentes autonómicos porque entendía que hacía falta proyectar una imagen de «seriedad» y «responsabilidad». Así lo atestiguaron todos los asistentes, que pudieron ver el rostro de un presidente de la Generalitat centrado únicamente en el control y reparto del déficit. 24 horas después, sin embargo, Mas volvió a ofrecer ayer en el Palau de la Generalitat su otro rostro, el de un candidato empeñado en obtener una mayoría en las urnas para guiar a Cataluña a la independencia en la próxima legislatura. «No sólo están las leyes catalanas y españolas, sino también la legislación internacional», dijo, en inglés, a uno de los periodistas extranjeros que se ha instalado en Barcelona y que se interesaba por saber qué piensa hacer el líder nacionalista si el Gobierno impide el referéndum sobre la autodeterminación que pretende celebrar.
Mas parece tener en mente una hoja de ruta diseñada para la consecución del estado catalán y no duda en ofrecer explicaciones en inglés porque le interesa hallar «la comprensión de la comunidad internacional». Su intención es buscar la complicidad de gobiernos europeos y mundiales para que intercedan por él y hagan presión para permitir «el derecho a decidir de los catalanes», pero esto lo hará una vez comience el próximo mandato.
En todo caso, aseguró el presidente de la Generalitat, «nadie» le planteó en la Conferencia de Presidentes preguntas sobre el rumbo separatista que se ha marcado. «Ni el jefe del estado ni el presidente del Gobierno», precisó. Mas subrayó que es consciente de que, hoy por hoy, viaja «en el mismo barco», junto al resto de España y, por eso, se esforzó en proyectar una imagen de «seriedad» con el cumplimiento del déficit, pese a que considera «irreal» el planteamiento del Gobierno.
Lo cierto es que mientras no llega su deseado referéndum, Mas no tiene otro remedio que gestionar el día a día, muy condicionado por las estrecheces económicas de la Generalitat. Durante la Conferencia de Presidentes, quiso liderar las críticas al Gobierno por cómo reparte los objetivos de déficit. Su argumento es que desde Madrid se actúa con «injusticia» y «deslealtad», ya que Europa ha impuesto a España un objetivo de déficit en 2013 del 4,5 por ciento sobre el PIB y las comunidades únicamente pueden llegar al 0,7 por ciento. «Esto es injusto y se deben revisar las cargas. Las comunidades asumen el 35 o 36 por ciento del gasto público y, por tanto, le debe corresponder una tercera parte del objetivo de déficit y no una sexta», dijo gráficamente.
Al margen del café para todos
Su batalla para que el Gobierno flexibilice estos números contrastó con el silencio que adoptó cuando otros presidentes autonómicos plantearon la necesidad de remodelar la financiación de las autonomías. «Me quedé al margen voluntariamente porque creo que Cataluña debe separarse de este debate. Todas las discusiones van en una línea y es que todos quieren los mismos derechos, mientras que a Cataluña lo que le interesa es salir del "café para todos"», explicó Mas. El aislamiento del presidente de la Generalitat fue muy criticado por el PP catalán de Alicia Sánchez-Camacho porque «perdió la oportunidad de plantear las necesidades de Cataluña».
El NYT, altavoz secesionista
Bajo el título «Spanish prisoners» (prisioneros de los españoles), dos periodistas firman un artículo que se publicó ayer en «The New York Times» en el que aseguran que España está pasando una «crisis profunda» cuya «única solución» es «la independencia de Cataluña». El motivo del «repentino brote secesionista» es, según ellos, el «pillaje fiscal», pues «de cada euro que los catalanes pagan en impuestos sólo 57 céntimos se gastan en la región».
El PSOE critica que Wert quiera garantizar la enseñanza en castellano
El portavoz de Educación del PSOE en el Congreso de los Diputados, Mario Bedera, ha pedido al ministro José Ignacio Wert que haga «más de bombero que de pirómano» porque, según subrayó, «no hay problema» en Cataluña con la enseñanza en castellano. Así lo aseguró en declaraciones después de conocer que el Ministerio de Educación esté barajando la posibilidad de firmar convenios con centros escolares privados de Cataluña y Baleares para garantizar a los alumnos una educación en castellano, si así lo desean. Bedera afirmó que Wert «desconoce la realidad catalana» y para ello puso de ejemplo que el número de quejas o peticiones registradas sobre esta cuestión en el Sindic de Greuges catalán «son porcentualmente muy pequeñas». «No es un problema en la realidad catalana y Wert está emprendiendo esta campaña porque al PP le pueda interesar para las elecciones», defendió este ex secretario de Estado de Educación, al tiempo que acusó al ministro de hacer declaraciones «incendiarias» sobre el sistema educativo para después aparecer como el «salvador» del mismo.
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