Barcelona

Los empresarios agradecen el respaldo del Príncipe ante el órdago soberanista

Muestran su preocupación por la apuesta independentista. Don Felipe no coincidió con el presidente de la Generalitat

El Príncipe almuerza con 500 representantes de la empresa familiar en España
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MADRID/BARCELONA- A una semana de las elecciones, el Príncipe de Asturias viajó a Cataluña para mantener un encuentro con la élite empresarial española, en el XV Congreso Nacional del Instituto de la Empresa Familiar. La cita adquirió una relevancia mayor que otros años debido a la ofensiva nacionalista del presidente de la Generalitat, Artur Mas. En la inauguración oficial participaron el presidente de la institución, José Manuel Entrecanales; el de la Asociación Catalana de la Empresa Familiar, Jaime Grego; el líder de Pricewaterhouse, Carlos Mas; y el Consejero Delegado de Banesto, Javier San Félix. En representación del mundo político asistieron el presidente de la Generalitat, Artur Mas; y el Secretario General del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. Fuentes empresariales aseguran que los líderes de las compañías plantearon al Príncipe sus inquietudes y preocupaciones respecto a la proyección empresarial catalana por motivos económicos y políticos. Aún así, las mismas fuentes señalan que «nadie ha hecho grandes declaraciones con el Príncipe ni han planteado un gran debate. Andan todos con pies de plomo».

Las palabras de los líderes de las principales compañías fueron determinantes. Si el presidente de la Asociación Catalana de la Empresa Familiar, Jaime Grego, reconoció ayer que los empresarios ven con «preocupación» el «debate soberanista», siendo la combinación con la coyuntura económica lo que agrava la situación –aunque aseguró no haber «una posición única respecto al tema–, el presidente de PwC, Carlos Mas, pese a que no se refirió directamente al debate independentista, señaló en su discurso que la salida de la crisis requiere de «un respeto y una voluntad política compartida», de la que hoy España carece y aseguró que «la división y la crispación no ayudan». Mas hizo un llamamiento a favor de la unidad de todos los españoles, algo que a su entender no es sólo responsabilidad de los políticos. En esa búsqueda de valores compartidos y de unidad, el presidente de la consultora destacó «el importante papel que juegan las empresas familiares en cualquier economía, ya que son sinónimo de gestión responsable y sentido colectivo». Asimismo, precisó que todos esos aspectos son necesarios para la salida de la crisis.

Don Felipe acudió directamente al almuerzo que se celebró después en el Palacio de Pedralbes, en el que no coincidió con Artur Mas. El Príncipe no hizo ningún discurso, ya que el encuentro se celebró en mitad de la campaña electoral. A escasos días de conocerse el resultado de los comicios, los ánimos dentro de los partidos independentistas están más que revueltos. Las pretensiones soberanistas de Mas no tendrían respaldo jurídico, político ni, presumiblemente, europeo; su última visita a Bruselas supuso un billete de vuelta para el presidente de la Generalitat. Los independentistas no dudan en jugar todas sus cartas de cara a las elecciones y en la búsqueda de un apoyo se dan casos como que el secretario general de Convergència, Oriol Pujol, asegurara recientemente que «El problema es que está el Rey, no el Príncipe». Pujol justificó su afirmación en que «El Rey ya ha tomado partido», debido a la carta que escribió en su web haciendo referencia a que no es tiempo de «alentar disensiones o perseguir quimeras». No obstante, tras el almuerzo –en el que el Príncipe estuvo acompañado por la delegada del Gobierno en Cataluña, los presidentes de Mercadona, de Puig, de Laboratorios Esteve y del presidente de la Asociación Catalana de la Empresa Familiar–, Jaime Grego afirmó respecto al Príncipe que «todos hemos sentido su respaldo». Si bien aseguró el pasado 12 de octubre, día de la Fiesta Nacional, que la Corona «está dispuesta a colaborar en la búsqueda de una solución», y que «Cataluña no es un problema», durante su intervención en la gala de los premios Príncipes de Asturias en Oviedo, el sucesor a la Corona lanzó un un mensaje de unidad, en la que no se pase por alto la legislación: destacó «el valor de la convivencia» para «resolver diferencias, respetando las leyes en el marco de derecho».

Precisamente, la semana pasada el Príncipe de Asturias puso como ejemplo de «consenso» para los españoles el «Compromiso de Caspe», pacto por el que aragoneses, valencianos, mallorquines y catalanes nombraron Rey de la Corona de Aragón en 1412 a un castellano, Fernando de Antequera.