Sevilla

La farmacia rural ante el abismo

Son imprescindibles para la supervivencia de los pueblos españoles, pero ya no pueden más. Las recientes medidas compensatorias tienen «trampa», pues se conceden según los ingresos por venta al público y no tienen en cuenta las guardias ni el resto de actividades 

La farmacia rural, ante el abismo
La farmacia rural, ante el abismolarazon

La situación de impago que sufren los farmacéuticos de Castilla-La Mancha (también de Baleares, Murcia y La Rioja) por parte de la Administración amenaza con extenderse a otras CC AA.
Sin embargo, los que desde hace tiempo ven su futuro más negro son, sin duda, los farmacéuticos rurales. Y todo, pese al intento de mejora que se plasma en el Real Decreto Ley 09/2011 aprobadorecientemente. Unas medidas compensatorias que, si bien sientan un precedente al reconocer el problema, para muchos resultan insuficientes. Porque no va a solucionar los problemas económicos de las boticas de Burguillos (Toledo), ni de la que atiende a los 200 habitantes de Salmerón (Guadalajara), ni a los 350 de El Madroño, en Sevilla. Y es que el problema fundamental es el de la no rentabilidad, el exceso de guardias de 24 horas todo el año, no poder coger una baja porque los ingresos no llegan...
«Estamos asustados», dice Enrique Almarza, titular de la farmacia Almarza Hernández, en Arcos de Jalón (Soria). «La situación que están viviendo en Castilla La Mancha es un claro ejemplo. En cinco meses han arruinado a las farmacias. La base en favor de los farmacéuticos es mínima y el Decreto Ley es, como la mayoría, un parche. Nada más».
Francisco Javier Guerrero, presidente de la Sociedad Española de Farmacias Rurales (Sefar) matiza que «es un paso importante, pero debe tener continuidad, porque la compensación máxima es de 833 euros. Pero sólo las que facturen de cero a 2.033 euros al mes serán las que cobren esa cantidad de forma íntegra. Y esa facturación es prácticamente nada». Porque las cuentas se hacen según lo que se vende al público y, en lo que se refiere a medicamentos con precio industrial superior a 91 euros, éstos quedan excluidos del cómputo. El porcentaje de beneficio, dicen, «no cubre, porque se paga por dispensaciones (unidades dispensadas) y atendemos a poca gente. No cobramos por actividad profesional. Las guardias no las cobro, si hago un pastillero o mido la tensión tampoco...», explica Guerrero. Almarza sentencia: «No nos entra en la cabeza que se estén cargando la farmacia, que es la mejor de Europa. No saben presupuestar o no les interesa porque no sacan tajada. Llevan 12 años apretando las tuercas a la farmacia». No obstante, el presidente de Sefar matiza: «Es un argumento cierto, pero también lo es que se busca un ahorro en Sanidad, una eficiencia en el gasto y que se actúa sobre productos que poseen equivalentes en el mercado de mucho menor precio en lugar de dejar de comprar una máquina de TAC o financiar un tratamiento contra el cáncer». «Si el sistema estuviera estructurado de otra forma se podrían abrir otras puertas».