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«De criar un niño se quiere hacer un negocio»

«De criar un niño se quiere hacer un negocio»
«De criar un niño se quiere hacer un negocio»larazon

León-«La Teta y Más», tienda especializada en la lactancia y el porteo de los bebés, situada en la Avenida de San Mamés de León, única en Castilla y León, va a cumplir dos años abierta al público. Su propietaria, Raquel García, periodista de vocación, asesora de crianza de corazón, se adentraba en la aventura de ser autónoma, de la mano de su experiencia en internet. «La historia de esta tienda tiene su miga. El nombre procede de un nick que tenía en foros de lactancia materna», explica. En la red de redes, Raquel crea un blog, donde recibe preguntas sobre artículos y productos para bebés. Comienza a vender, como agente de una web, y luego empieza a comercializar productos propios. En 2010, «había más fulares que personas en casa», ironiza, con lo que a mediados de ese año abre «La Teta y Más». Un establecimiento, que se complementa con la plataforma www.latetaymas.com y que recibió el Premio a la Innovación en el Sector del Comercio 2010, que entrega el Instituto Leonés de Desarrollo Económico, Formación y Empleo. Raquel ofrece asesoría gratuita de lactancia a mamás con problemas. «No vendemos chupetes, ni leche artificial, ni siquiera biberones... apostamos por otra cosa, porque incluso los pañales desechables que ofrecemos son ecológicos», afirma.

La vida sigue igual
Aunque las abuelas piensan que en esto de la maternidad se ha avanzado mucho, en realidad no es así. Lo apunta Raquel, quien manifiesta que «las farmacéuticas y las empresas de puericultura, además de las de cosmética, se han dedicado a crear necesidades que implican un gasto económico, pero que en realidad no son tales».
Raquel, quien asegura que en este negocio puede conciliar vida laboral y familiar, no como le ocurría cuando ejercía el periodismo, resume su día a día de esta manera: «comparto información veraz con otros, facilito a otras mujeres el acceso a datos para que puedan elegir la verdad, pero sin plegarme a las necesidades empresariales de otro. Y, además, puedo disfrutar de mis hijas, compartir con ellas tiempo». Las dificultades, dice afrontarlas con «energía y optimismo» y, sobre si hay ayudas suficientes para el comercio, señala que sí, pero que «el momento presenta unas condiciones económicas y sociales muy puñeteras».

Nos pone un ejemplo muy gráfico: «antes, la gente salía de paseo, se paraba a mirar los escaparates. Ahora, se ponen las anteojeras como los caballos y procuran no mirar nada, no sea que vayan a ver algo que les guste y les apetezca entrar y gastar». Por este motivo, no duda en aclarar que «mi proyecto más inmediato es mantener abierta esta tienda».

Saber purgar
Raquel alerta de algo que a más de uno preocupa: la seguridad y la veracidad de lo que aparece en la red de redes. «En lo referente a la maternidad, en internet hay más ruido todavía que en lo referente a cualquier otro asunto. Hay que saber purgar», indica.

Al respecto señala que «ese universo está lleno de mitos, falsos tabúes compartidos incluso por médicos y matronas, por lo que es muy complicado cribar».

Si bien, Raquel aclara que en sus recomendaciones, como periodista que es, «siempre cito fuentes». Concretamente, explica, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Asociación Española de Pediatría.

En este punto indica que «la crianza, en general, es cuestión de tribu. Además, la cuestión cultural en este proceso pesa tanto como la biológica a la hora de amamantar, parir o cuidar».

 

De cerca
Raquel García es periodista. Licenciada en Ciencias de la Información por la Pontificia de Salamanca en 1997. Recuerda de aquella época que ella y su marido fueron «los locos» que intentaron introducir la revista Campus en la capital del Tormes. Trabajó para Prisa, pero tras dar a luz a la primera de sus dos hijas cambió su vida. Investiga sobre salud, embarazo, parto y lactancia y se convierte en asesora de crianza. «Era lo que me pedía el cuerpo y he encontrado lo mejor del periodismo aplicándolo aquí», asegura, para valorar después la independencia que le ha aportado su negocio.