Lugo
Los controladores tensan la cuerda al no fijar la fecha de la huelga
Las vacaciones, en vilo. Los controladores aún no han decidido ni cuántas ni cuáles serán las fechas de sus paros.
Los controladores aéreos rehusaron ayer fijar la fecha de la convocatoria de huelga con la que amenazan para la segunda quincena de agosto. El aplazamiento de la decisión mantiene en vilo a toda la población española y a los turistas extranjeros que esperan viajar a España en los próximos días y que desconocen si finalmente podrán volar en las fechas elegidas. La estudiada indefinición de los controladores ha sido interpretada por el sector turístico como una forma de añadir tensión a la ya difícil situación actual.
El principal sindicato de controladores, USCA, ha pedido al Gobierno «gestos mínimos» para evitar los paros. El secretario de Comunicación del sindicato, César Cabo, manifestó que los controladores esperan un «gesto» por parte de Fomento antes de tomar una decisión. Daniel Zamit, portavoz del sindicato, recordó que el colectivo únicamente ejerce su derecho legítimo: «Si la huelga se entiende como un chantaje, esto es un chantaje», aseguró.
El ministro de Fomento, José Blanco, sostuvo ayer en Lugo que la convocatoria de la huelga de controladores es «injustificada y pretende sólo mantener unos privilegios que el Ministerio no está dispuesto a perpetuar», informa Efe. No obstante, dijo que «todo se puede negociar» y reiteró que «en el marco de la Ley, todo es negociable». El responsable de la cartera de Fomento lamentó que los paros puedan dañar más a la industria del turismo, uno de los principales motores de la economía española. Blanco agregó que «irresponsable es quien trata de mantener unos privilegios hasta ahora desconocidos, cuando, además, la sociedad está viviendo una crisis; irresponsable es quien se sienta en una mesa de negociación desde 2005 y no tiene voluntad de acordar».
Exceltur, que agrupa a las principales empresas turísticas de España, ha cifrado en 690.000 el número de pasajeros que pueden verse afectados diariamente, con un coste en términos de cancelaciones que podría alcanzar los 39 millones de euros para el conjunto del sector. El secretario general de la Mesa del Turismo asegura que «los perjuicios indirectos son mucho más incalculables que los directos». Ryanair ha exigido al Gobierno que asegure la normalidad en los principales aeropuertos y propuso recurrir a la militarización del control aéreo.
Mientras tanto, la prensa británica ha iniciado su particular campaña alertando sobre las consecuencias de la huelga tanto para la economía española como para las vacaciones de 300.000 ciudadanos ingleses. «Daily Mail» advierte del «efecto catastrófico» que la huelga provocaría sobre la economía española.
AENA asegura 200.00 euros al año
- Los controladores han pedido «gestos» a Fomento para desbloquear la negociación y cancelar la huelga, y el Ministerio respondió ayer a lo que, a su entender, eran las demandas de USCA para avanzar en las conversaciones. Aena ofreció en el encuentro que mantuvo con los controladores 200.000 euros de retribución media hasta 2013. Además, ha aceptado incluir una cláusula que permite los cambios de turno autorizados por Aena entre los controladores y adecuar la jornada anual máxima de 1.670 horas de trabajo a la carga de trabajo de cada centro». Con estas decisiones, según el gestor aeroportuario, se «garantizan las condiciones salariales actuales a los controladores y se les aseguran unas condiciones laborales equiparables a las de sus colegas europeos».
ANÁLISIS
Buscando una solución negociada
- ¿Cómo puede interpretarse el hecho de que los controladores no hayan fijado una fecha para la huelga?
–Aunque USCA justifica su decisión como una última oportunidad para alcanzar una solución negociada, la realidad es que los controladores han conseguido meter el miedo en el cuerpo tanto a nivel nacional como internacional aumentando la tensión en las conversaciones con Aena para lograr los máximos beneficios posibles para su causa.
- ¿Cómo ha reaccionado Aena?
–Aena ha puesto sobre la mesa la garantía de una retribución media anual de 200.000 euros por controlador, ocho veces el salario medio de un español. La pelota vuelve a estar de nuevo en el lado de los controladores aéreos.
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