Buenos Aires

Manuel Baldizón: El empresario populista

Manuel Baldizón
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Manuel Baldizón es hábil para los mensajes de impacto y en sus mítines invoca a Dios y promete aplicar la pena de muerte.
Pero también se anticipa a desgranar un rosario de medidas populistas que ni la izquierda guatemalteca se animó a soñar, como el pago de un decimoquinto salario anual a los trabajadores o clasificar a la selección para un Mundial de fútbol.
Siempre con sus lentes inconfundibles – «nunca me quito los anteojos, además, las personas dicen que me parezco a Clark Kent»–, Baldizón es un tránsfuga ideológico que en tres elecciones estuvo en tres partidos diferentes, el último fundado por él mismo.
Sin embargo, también tiene un rostro más amable. Su principal bandera hunde sus raíces en un perfil académico, pues promueve una «revolución educativa» que permita a los guatemaltecos tener mejores oportunidades.
Su «revolución educativa» se basa en la mejora de las condiciones de vida de los maestros y en la profesionalización de éstos para que puedan participar de forma exitosa en ese proceso.
Aunque de derechas, le gusta mostrarse ambiguo. «Somos social humanos. Es una ideología que nace de una persona que apreciamos mucho. Él es nuestro guía espiritual. Este humanismo nace con Jesucristo. Eso nos permite entender que todos somos seres humanos. Sí, soy cristiano. Tengo mucha fe. Entiendo la vida y la política como medio para servir, pero tampoco soy un radical», asegura el segundo candidato presidecial mejor colocado en las encuestas.