Insumisión versus financiación

MADRID-Las comunidades autonómicas entran en cintura. A pesar de la pataleta con la que Cataluña y Andalucía llegaron el martes al Consejo de Política Fiscal y Financiera, saben que no tienen más remedio que cumplir. Lo dejó claro el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que indicó que aquellas comunidades que entraran en «rebeldía» cumplirían «por las malas», es decir, no hay opción. No es momento de insumisiones autonómicas, porque las comunidades deben cumplir debido al compromiso asumido por España ante Bruselas. Además, el titular de Hacienda lanzó un aviso para navegantes y advirtió de que no van negociar la deuda.
La secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, se expresó ayer en esta línea y subrayó la necesidad de que todas las comunidades autónomas cumplan con el objetivo de déficit que les corresponde porque forman parte del Estado. «Aquí estamos todos en el mismo barco, y quien crea que está fuera del barco, a lo mejor, se ahoga», dijo.
El Ejecutivo fijó unos límites distintos para cada comunidad porque a finales de 2011 había diferencias notables entre las deudas de cada una. El techo ahora es diferente para cada región porque el punto de partida para empezar a rebajar deuda es distinto. Si la cifra fuera igual para todas, las más endeudadas, como Cataluña o Valencia, deberían reducir en un solo ejercicio casi diez puntos. El Ejecutivo intenta igualar la deuda de todas las comunidades con más margen con el fin de que en 2020 todas cumplan con la línea roja que marca Bruselas. Pero la crítica más feroz de Andalucía va contra ese techo y solicitan endeudarse más de lo permitido. El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, aseguró ayer en una entrevista concedida a Ep que el Gobierno central tendrá un «problema grave» para cumplir el objetivo de déficit fijado a pesar de haberse reservado el 4,5 por ciento en la «proporción leonina» que ha establecido en su distribución con las comunidades autónomas, a las que sólo ha asignado un 1,5 por ciento. Griñán indica que conoce que el Gobierno «tiene un problema con las prestaciones por desempleo y un problema con las pensiones», pero defendió que ello no es óbice para seguir reclamando que se modifique la actual distribución del déficit entre la Administración del Estado y las comunidades autónomas porque «no es justo ni equitativo». De hecho, Andalucía amenazó con tener que cerrar hospitales, eso sí, ni se plantean recortar en otras cosas como la televisión pública, que cuenta este año con unas transferencias públicas de más de 120 millones de euros, o recortar en gasto corriente, salario de consejeros, sindicatos, publicaciones... Con ello podrían llegar a ahorrarse hasta mil millones de euros de los 2.700 que Andalucía pide de más para endeudarse.
 Con cara de preocupación, el consejero de economía catalán, Mas-Collel anunció el viernes que su «caja está vacía». Adeuda 70 millones a las entidades sociales, 345 millones a la sanidad concertada, 10 millones a las escuelas concertadas, a los peajes... Cataluña culpa al Gobierno por no asegurar liquidez y no sabe cuándo pagará esos 70 millones que debe al tercer sector. Y es que, aunque esperan poder hacer frente a sus deudas, según la normativa este mes sólo ha pagado la deuda y los sueldos de la Generalitat. Cataluña necesita del fondo de liquidez y ha pedido conocer las condiciones porque no van a permitir «comisarios políticos», pero sus palabras son un brindis al sol, porque no les queda más remedio que acogerse al fondo, aunque traten de hacerse los remolones y ganar tiempo. Al igual que Andalucía que sabe que su única opción es cumplir.
Mariano Rajoy también concentró a sus barones del Partido Popular un día antes del Consejo de Política Fiscal y Financiera para que todos remaran en la misma dirección. El presidente Alberto Fabra anunció que cerrará 9 de las 33 fundaciones públicas y Extremadura indicó que ahora no era el momento de ponerse a preguntar «qué hay de lo mío». Es momento de hacer esfuerzos.

Rajoy, primer día en Galicia
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que pasa unos días en Galicia, se reunió ayer con Alberto Núñez Feijóo y miembros del PP de Pontevedra. Al habitual encuentro que realiza todos los años se incorporó la ministra de Fomento, Ana Pastor, y dieron un paseo por la senda del río Umia entre Pontearnelas y Cabanelas.