Madeira senderismo en pareja por San Valentín

Para los que quieran relajarse lejos del trabajo y la ciudad, sus playas bañadas por aguas limpias y claras son el lugar idóneo. Madeira además presume de albergar grandes reservas protegidas en su ecosistema, como el bosque de Laurisilva, un paraje que descubre a todos los visitantes una espléndida diversidad biológica, sin duda un tesoro mágico que regalar.

Los románticos que prefieran recorrer y conocer la isla, su gente y su gastronomía, el archipiélago ofrece ciudades llenas de historia y tradición. En el centro histórico se halla la catedral del siglo XVI y las iglesias de Santa María la mayor, San Roque y la iglesia do Carmo entre otras.

Esta isla es, además, el lugar perfecto para los deportes de acción. Las parejas aventureras pueden disfrutar también de una amplia oferta de actividades, desde el piragüismo por el océano, surf en Sao Vicente y submarinismo en la isla de Porto Santo, hasta escalada en los picos más altos de Madeira. Pero sin duda el senderismo es la estrella del turismo activo en el archipiélago, ya que cuenta con 2.500 senderos y sus famosas levadas, canales de agua creados antiguamente para distribuir el agua por la isla, que le dan un gran atractivo a sus montañas.

Y si el fin de semana de San Valentín se presenta todavía más romántico, nada mejor que disfrutar de los mejores obsequios que presenta la isla, como un paseo en barco para el avistamientos de ballenas y delfines que pueblan las aguas del archipiélago.