Latina

Más de mil quejas sólo en enero

Las consecuencias de la Ley Antitabaco siguen aumentando. En esta ocasión las denuncias no van dirigidas a los usuarios que no respeten la norma, sino a los que, respetándola, ocasionan molestias a los vecinos

62.913 denuncias en todo 2010, de las cuales, sólo 2.000 fueron tramitadas tras la medición correspondiente
62.913 denuncias en todo 2010, de las cuales, sólo 2.000 fueron tramitadas tras la medición correspondientelarazon

Se ha trasladado el humo a las calles y con ello, el ruido de cientos de fumadores. El Ayuntamiento ha hecho público el aumento de las denuncias ciudadanas a causa de los ruidos en la vía pública. Las cifras revelan que éstas han crecido un 16 por ciento respecto al mismo periodo del 2010. El año pasado se solicitaron 831 requerimientos en el primer mes del año mientras que en 2011 el número se ha elevado a 1.157.

No obstante, la ley también ha permitido que se reduzcan las denuncias por el ruido del interior de los locales en un 40 por ciento, al disminuir en una centena las denuncias entre ambos periodos. Las llamadas a la Policía Municipal relativas al ruido en vivienda también descendieron. La Asociación de Empresarios de Arganda de Rey y Comarca (ASEARCO) está elaborando un informe que desvela que el 88 por ciento de los hosteleros asociados considera que sus negocios se están viendo afectados económicamente por la nueva ley. Una pequeña muestra reflejo de lo que está ocurriendo en toda la Comunidad. Dentro de los resultados más destacables, hay que señalar que mientras el 64 por ciento de los hosteleros piensa que ha tenido más de un 20 por ciento de reducción de actividad debido a su implantación; un 24 por ciento cifra la bajada entre un 10 y un 20 por ciento, y un 12 por ciento de los empresarios consultados cree que ha disminuido entre un 0 y un 10 por ciento.

Definida con calificativos como «abusiva en todos los aspectos» o «injusta en tiempos y forma», la mayor parte de los hosteleros contrarios a la nueva Ley Antitabaco reivindica la libertad del empresario a la hora de elegir si en sus establecimientos se permite o no fumar.

La creación de espacios separados para fumadores, en el interior de los establecimientos, y dotados con buenos sistemas de reciclaje del aire y de extracción de humos, es una de las alternativas que plantean los encuestados. De esta forma, el 24 por ciento se vio obligado a reformar su local, hace tan sólo cinco años, para poder adaptarse a la primera Ley Antitabaco promulgada en 2005. En este sentido, las inversiones que se realizaron en su momento oscilaron entre los 4.100 y los 30.000 euros, en el caso de algunos restaurantes, constatándose como media de gasto 18.350 euros. Unas cifras que, en algunos casos, todavía no han podido ser amortizadas, dada la compleja situación.


Ingenio frente a la prohibición
- Muchos hosteleros están mostrando su insumisión para cumplir la ley, pero la mayoría está optando por otras alternativas. En momentos de crisis es cuando renace la originalidad de los empresarios y algunos ya han tomado cartas en el asunto. «No podemos quedarnos con los brazos cruzados», afirma el portavoz de Noche Madrid. A partir de ahora y aunque el frío madrileño no lo ponga fácil, las terrazas en invierno se harán cada vez más cotidianas. En invierno o en cualquier estación. Los vecinos que vivan encima de algún bar se verán perjudicados de manera especial, como si de un botellón se tratase. Para atraer a los fumadores, algunos hosteleros han optado por montar una carpa que cubra su terraza o bien las cada vez más habituales setas de butano, para fumarse un pitillo al calor de la estufa. Otros muchos se aprovechan de la ley y han decidido cobrar un euro por salir a fumar o la última moda en las discotecas: la labor del «guardacopa».