El ex consejero catalán detenido retiraba tabaco de un garaje cada día para venderlo

Barcelona- «Ausàs era muy trabajador, no descansaba nunca e iba al almacén cada día, excepto alguno que se tomaba de fiesta». Así ironizó ayer el fiscal decano de la Seu d'Urgell, Juan Sagredo, sobre la presunta participación del ex conseller de Gobernación y Administraciones Públicas en una trama de contrabando de tabaco. Al parecer, Jordi Ausàs –que fue detenido el miércoles y permanece en la comisaría de los Mossos de la Seu d'Urgell a la espera de que hoy pase a disposición judicia– se acercaba cada día al garaje donde se almacenaban las cajetillas para distribuirlas después. En su domicilio, la Policía Autonómica encontró, además de tabaco, una lista de precios de venta por ciudades.

Según el fiscal, la investigación se inició cuando se detectó que varias personas hacían ostentación de un nivel de vida que no casaba, en principio, con sus ingresos. Rápidamente, la Policía detectó que los sospechosos realizaban numerosos viajes de ida y vuelta a una garaje en concreto. Unos llevaban hasta allí tabaco mientras otros lo recogían. «Estaban muy organizados. Funcionaban mejor que la central de Seur», apuntó Sagredo a Efe. Y añadió: «En cinco minutos cargaban o descargaban el tabaco. Si nuestro Ejército funcionara así, sería mejor que el de Estados Unidos».

Entre los detenidos, que ascienden a nueve según detalló el fiscal, constan, además del ex conseller republicano, un brigada de la Guardia Civil y un agente forestal. Al parecer, el agente de la Benemérita, que estaba de baja, cruzaba la frontera entre Andorra y Cataluña sin problemas, ya que gracias a su condición, su coche no era registrado nunca por la policía. Otros miembros de la banda introducían el tabaco en dobles fondos de coches.

«Misma rutina»
«Seguían todos cada día la misma rutina. Por el momento no sabemos si había un cabecilla», admitió Sagrero y, apostilló: «Todos estaban al mismo nivel, sin importar si uno era un ex conseller o si era un brigada. Eran todos unos contrabandistas, una panda de delincuentes». De hecho, a todos los detenidos se les imputan los delitos de contrabando y de pertenencia a organización criminal.

Con todo, la investigación sigue abierta y no se descartan nuevas detenciones. Al parecer, y según Sagrero, la actuación policial se precipitó al constatar que uno de los investigados cambió su comportamiento al sospechar que lo vigilaban.