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Navarro: «Poner un radar en una carretera tiene efecto en las demás»

El director general de Tráfico, Pere Navarro, ha justificado hoy la instalación de radares en rectas, tramos con buena visibilidad y carreteras "tranquilas"en el convencimiento de que colocar un radar "de vez en cuando"tiene el efecto de "amortiguar"la velocidad en el resto de vías.

"Nos encontramos especialmente cómodos (con esta medida). Porque es que además hay un gran cartel que anuncia que allí hay un radar", ha advertido Navarro en una comparecencia ante la Comisión de Seguridad Vial del Congreso en la que ha detallado la Estrategia de Seguridad Vial para el periodo 2011-2020.


El responsable de la DGT ha defendido los controles de velocidad en cualquier tramo de carretera, no únicamente en los puntos negros y de concentración de accidentes. En este sentido, ha reconocido que los radares que se instalan en los puntos negros, a veces imponen "demasiadas"multas debido a la limitación de velocidad especialmente baja que hay en estos tramos.


"En una carretera en recta y con plena visibilidad, colocar de vez en cuando un radar tiene el efecto de que en toda la red viaria se vayan amortiguando las velocidades", ha insistido. Navarro respondía así al diputado de CiU Jordi Jané, que reprochaba que la DGT haya instalado radares en carreteras de gran capacidad y autovías que no son, en absoluto, las más peligrosas. El conductor tiene sensación de que se les va a cazar", ha dicho.

Durante su comparencia en la Comisión no permanente de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados, en la que ha presentado la Estrategia de Seguridad Vial para el periodo 2011-2020, Navarro ha subrayado también que "no hay una gran demanda social"para implantar la conducción acompañada, lo que permite al Gobierno llevarla a la práctica "con tranquilidad". "No es la máxima prioridad, pero sí queríamos dejarlo elaborado para, en el momento en que se considere oportuno, su puesta en marcha", ha indicado.

Por su parte, el portavoz del PP en la comisión, Federico Souvirón, se ha quejado de que la conducción acompañada se ha convertido en "un mantra"que, a su juicio, saca el Gobierno de vez en cuando como "un globo sonda", pero que no tiene mucha voluntad de poner en marcha.

La medida forma parte de la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020, aprobada recientemente por el Consejo de Ministros, que marcará la "hoja de ruta de la política de seguridad vial para los próximos años", según ha explicado el director de la DGT.

En la estrategia, que se basa en guías dadas por la UE para reducir los accidentes y las políticas puestas en marcha por países como Reino Unido, Australia y Suecia, Tráfico se pone como objetivo alcanzar la tasa de 37 fallecidos por millón de habitantes y un 35 por ciento menos de heridos graves.

Identificar colectivos estratégicos

No obstante, el director de la DGT ha subrayado que tras conseguir reducir en más de un 50 por ciento las víctimas mortales desde 2003 por accidente de tráfico con medidas como el carné por puntos o la reforma del Código Penal, el objetivo de la estrategia para los próximos años es la "identificación de prioridades"y "colectivos estratégicos"en lugar de plantear medidas "al por mayor".

En este sentido, Navarro ha desgranado objetivos específicos de la estrategia para los próximos años como conseguir cero niños fallecidos sin Sistemas de Retención Infantil, 25 por ciento menos de conductores de 18 a 24 años fallecidos en fin de semana, 10 por ciento menos de conductores mayores de 64 años fallecidos, 30 por ciento de reducción de muertos por atropellos o un millón más de ciclistas sin que se incremente su tasa de mortalidad, cero fallecidos en zona urbana.

Asimismo, son objetivos para los próximos años son un 20 por ciento menos de mortalidad entre los moteros, 30 por ciento menos de víctimas mortales por salida de vía en carretera convencional, 30 por ciento menos de fallecidos en trayectos de casa al trabajo, bajar un 1 por ciento los positivos de alcoholemia en los controles preventivos y reducir un 50 por ciento de porcentaje de vehículos ligeros que superan el límite de velocidad en más de 20 km/h.

Actualmente, cada año fallecen en accidentes de tráfico alrededor de 600 motoristas, 300 personas mueren tras ser atropellados, hay 550 fallecidos por salida de la vía, 250 por choque frontal, 300 en desplazamientos relacionados con el trabajo, 600 en zona urbana, según ha indicado Navarro.

El portavoz del PP ha criticado que el plan estratégico se haya encargado a una consultora externa con un coste de 700.000 euros. "Debe ser estupenda porque es carísima", ha señalado el diputado 'popular', que también ha lamentado que haya habido que esperar a 2011 para presentar un nuevo plan estratégico cuando el anterior terminó en 2008. Asimismo, ha señalado que algunos objetivos, como lo relacionado con los ciclistas, es "un desideratum fantástico", pero poco realista.

Mientras, el portavoz socialistas Carlos Corcuera ha lamentado que las críticas del diputado 'popular' sean las mismas desde que se presentó el anterior plan de seguridad vial en 2003, mientras que ha subrayado que "es justo reconocer"que en los últimos años se ha conseguido reducir el número de accidentes de tráfico debido a que "las políticas de seguridad vial está dando buenos resultados". "Las cifras eran las que eran y ahora son las que son", ha subrayado el diputado socialista, quien ha asegurado que a su partido le "gusta la música y la letra de este plan".

Eliminar el examen práctico de ciclomotores
Por otro lado, el portavoz de CiU Jordi Llané ha pedido que se elimine el actual examen práctico que actualmente hay que superar para conseguir la licencia necesaria para conducir un ciclomotor y se sustituya por la acreditación de una horas prácticas realizadas en la autoescuela.

En este sentido, ha asegurado que la última reforma normativa en esta materia, que subió la edad de acceso a este tipo de vehículos de 14 a 15 años e introdujo el examen práctico para acceder a la licencia de ciclomotor está provocando que muchos jóvenes se esperen a cumplir los 16 años y se saquen el carné para conducir una motocicleta, lo que ha provocado una caída de ventas de ciclomotores y consiguientemente "una pérdida de puestos de trabajo"en el sector.

El director de Tráfico, Pere Navarro, no ha descartado que en un futuro pueda eliminarse este examen práctico, aunque ha subrayado que la DGT no quiere "hacer cosas raras"sin antes esperarse a ver cómo el resto de países del entorno de España transponen la directiva europea en esta materia.

Así, ha subrayado que España fue el primero en transponer esa directiva, aunque no ha descartado que se pueda introducir algún cambio en un futuro "en línea"con lo que decidan el resto de países europeos.

Por último, el portavoz socialista Carlos Corcuera se ha alegrado de que el CiU "en Madrid se preocupe de los ciclomotores", pero ha considerado que es "muy complicado"que no se exija a los aspirantes a la licencia "ningún tipo de examen práctico".