Argentina

La Iglesia española con América

Las colectas de las misas se destinarán para ayudar a las diócesis y a los misioneros españolesen América Latina

Hay 344 sacerdotes misioneros en América dependientes de OCSHA
Hay 344 sacerdotes misioneros en América dependientes de OCSHAlarazon

MADRID-«Jóvenes misioneros para un continente joven», bajo este lema la Iglesia española celebra este domingo el Día de Hispanoamérica, una jornada misionera en favor de las iglesias más necesitadas de América Latina.

Desde 1959 se viene celebrando en las diócesis de España esta campaña en la que los sacerdotes y laicos misioneros en América son los grandes protagonistas. La Comision Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias se encarga de su organización, supervisa la colecta de las misas y la hace llegar a su destino.

Para atender todas las necesidades de los sacerdotes diocesanos en América Latina, la Conferencia Episcopal Española creó en 1949 la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana (OCSHA). Los sacerdotes que se acogen a sus servicios deben firmar un contrato en el que se regulan las obligaciones y derechos de la diócesis de origen y con la diócesis de destino, y del sacerdote misionero con la Secretaría de la OCSHA. En 2010 el número de sacerdotes misioneros en América bajo el patrocinio de esta institución era de 344.

Alberto Tejerizo reside en la Diócesis de Jericó (Colombia) desde el año 2007 y es miembro de la OCSHA. En esta pequeña diócesis rural de comunidades campesinas dedicadas al cultivo de café, administra los sacramentos a los fieles, construye escuelas y anuncia el Evangelio por las aldeas. «El sacerdote, a imagen del Buen Pastor, está llamado a ser un signo de la misericordia y de la compasión de Dios, cercano a su pueblo y servidor de todos, particularmente de los que sufren grandes necesidades», comenta Alberto a LA RAZÓN.

La realidad de la Iglesia en América es muy compleja. En este continente hay más de 80 diócesis en formación o terrritorios de misión, generalmente en zonas amazónicas de dificil acceso, en las que viven cerca de 11 millones de católicos. La ayuda espiritual y material a estos fieles sería imposible de no ser por la labor de los misioneros y de las aportaciones económicas de las iglesias extranjeras. «Las parroquias de aquí son demasiado grandes, están situadas en sectores de extrema violencia y son parroquias muy pobres, que hacen que sus pastores tengan que dedicarse a tareas de subsistencia. Hacen falta sacerdotes», comenta Tejerizo. Para este sacerdote español el misionero debe «sentir un constante deseo de buscar a los alejados. Tenemos la necesidad de promocionar un laicado bien formado y comprometido, multiplicando así las personas que prestan servicios para, de esta manera, poder dar una mayor respuesta a tanta necesidad como hay», comenta.

Alberto Tejerizo afirma que la llamada misionera no es sólo para los sacerdotes: «nada más llegar a Colombia tuvo lugar la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, en Aparecida (Brasil), que impulsó el hecho de que cada católico se debe sentir discípulo y misionero de Jesucristo. Desde entonces, cada nación, cada diócesis, cada parroquia realiza la Misión Continental o Permanente, casa a casa, familia a familia, pueblo a pueblo. Sin duda, el hecho más relevante en la Iglesia Latinoamericana en estos últimos años», concluye.

Julián Nicolás es sacerdote y lleva varios años en Argentina como misionero. «Ha habido un gran cambio en mí mismo, en mi manera de pensar y de sentir ante el reto de una Iglesia joven con muchos proyectos y con ganas de luchar por su futuro. En el día a día hay muchas diferencias con mi vida de sacerdote en España, hay una cultura diferente, enormes distancias que hay que recorrer para ejercer el ministerio, grandes dificultades ecónomicas y sobre todo la predisposición tan diferente que hay entre las gentes de América y las de allí», comenta.

El año pasado se recaudó en esta jornada misionera 87.607,93 euros . Con estas colectas se busca un equilibrio económico entre las diferentes iglesias del mundo. «La pobreza de una Iglesia que recibe ayuda, enriquece a la Iglesia que se priva al ayudar», comentaba el Papa Juan Pablo II.


Relanzar las jornadas misioneras:
- El Subdirector de las Obras Misionales Pontificias en España, Anastasio Gil, comentó a LA RAZÓN que «es fundamental la comunión eclesial para que surjan iniciativas de ayuda a otras diócesis necesitadas. Debemos ordenar el calendario de estas jornadas para que no se superpongan». Anastasio también comenta que las OMP «son una caja donde las personas ponen lo que son y lo que tienen para que se de con equidad, debemos procurar que no haya unas iglesias más ricas que otras».