Junta de Andalucía

Público-privado

La Razón
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El recorte sanitario vía industria farmacéutica es dramático. Se está tardando demasiado en entender lo que ya se sabe a ciencia cierta. Se impone el «copago» en la dispensación de medicamentos y los procesos hospitalarios tipo Ribera Salud o todas las derivadas que ustedes quieran en el ensamblaje de la explotación de los recursos hospitalarios por el método público-privado. Cuando hablo de «copago» me refiero al conjunto de la población excepto el de dos colectivos fundamentales en la preservación de sus beneficios públicos: los enfermos crónicos y los jubilados. Cuando se puso en marcha el modelo Alzira la base era el concepto de pago capitativo y la idea «el dinero sigue al paciente», que incluye una fórmula transferencial de desplazados ventajosa para la Administración. La prestación sanitaria está gestionada por la empresa adjudicataria mientras dure la concesión con la descarga importante para los presupuestos públicos y la transferencia del riego financiero a la empresa. La mancha sobre las actividades de Ribera Salud en el solar ibérico tiene una razón objetiva y pragmática, la que indica que «el modelo de Ribera Salud supone un ahorro superior al 30%», como dijo en una revista especializada su director general Alberto de Rosa. Ahora la concesión del hospital de Torrejón la gestionará Ribera Salud, Asisa, FCC y Concessia, lo que viene a demostrar que este camino es y debe ser imparable para que todos los grupos españoles de gestión sanitaria sigan ese camino de una leal colaboración con la Administración Pública. Es lo que hay. Seguro.