Pelegrí el mudo

Que los catalanes consuman productos agroalimentarios de Cataluña. Si no lo he entendido mal, esto es lo que ha venido a decir el consejero de Agricultura de esta comunidad autónoma días atrás. Siguiendo sus tesis, no me extrañaría que aparezca uno de su partido en Lérida y diga que allí sólo se deben consumir alimentos producidos en esa provincia, que los tiene, y muy buenos. Por otro lado, si sus colegas de las otras dieciséis comunidades autónomas hacen lo mismo y se llevan esas peticiones a su máximo extremo, pues resultará que en Navarra sólo se podrían comer productos navarros y, en Castilla y León, los acogidos, por ejemplo, a la marca Tierra de Sabor, que tanto éxito está cosechando. Eso supondría que se dejarían de comprar el cava catalán, los embutidos de esta región y los magníficos aceites que allí se elaboran, por parte de los ciudadanos de las otras comunidades, que también darían absoluta prioridad a sus alimentos. Llevadas las cosas a su extremo más extremo, volveríamos a la autarquía, incluso al autoabastecimiento y a tener el huerto en casa. Está visto que hay días y materias en las que algunos políticos, sobre todo los nacionalistas, como el señor Pelegrí, deberían callarse o pensar un poco las cosas antes de decirlas. Imaginemos que los riojanos se dan por aludidos y dejan de comprar productos catalanes o hacen un llamamiento al boicot a todo aquello que huela a catalán por culpa de sus desdichadas palabras. El señor Pelegrí ha perdido una ocasión de oro para estar calladito.