Extremadura

Las tropas «liberan» Badajoz

420 militares participaron en un espectacular simulacro con liberación de rehenes. Cerca de 60.000 personas asistieron al acto

Dos soldados descienden de un helicóptero durante la exhibición que los tres ejércitos han realizado dentro de los actos programados con motivo del Día de las Fuerzas Armadas
Dos soldados descienden de un helicóptero durante la exhibición que los tres ejércitos han realizado dentro de los actos programados con motivo del Día de las Fuerzas Armadaslarazon

MADRID- Que suene la canción «I need a hero» mientras el enemigo bombardea un campamento y del cielo caen paracaidistas es más propio de una escena de Hollywood que de la orilla del Guadiana, pero el espectáculo de ayer en la ciudad extremeña lo merecía. Más de 400 militares, cuatro helicópteros, dos aviones de combate, vehículos acorazados y mecanizados, lanchas de asalto y una parafernalia muy alejada del discurso habitual del Gobierno sobre las Fuerzas Armadas hicieron palpable el lema del Día de las Fuerzas Armadas: «Detrás de cada acto heroico hay toda una fuerza». Un espectáculo al más puro estilo militar, al estilo en que cada día entrenan y que convierta a nuestro Ejército en uno de los más preparados del mundo. Tiros, explosiones, aviones de combate y helicópteros de ataque, carros de combate y la élite de los ejércitos reunida en una pequeña península bajo la alcazaba pacense. Todo presenciado por más de 60.000 ciudadanos que no dejaron de ovacionar cada movimiento. Al son de la canción de Bonnie Tyler comenzó el bombardeo. Una pieza de artillería lanzaba cañonazos sobre el campamento de la ONU instalado a orillas del río mientras un grupo de supuestos insurgentes disparaba. Al mismo tiempo, del cielo caía un escuadrón de zapadores paracaidistas del Ejército del Aire. Una vez posicionados, dos aviones de combate F-18 pasaban barriendo la zona de posibles obstáculos. El público, ataviado con gorras y banderas de España, enloquecía con el vuelo rasante de los cazas. Hacía mucho tiempo, aseguraba la Policía Local, que en Badajoz no se reunía tanto público para ningún espectáculo o manifestación. Tras los aviones, miembros de la Brigada Paracaidista volvían a «tomar» el cielo mientras la Infantería de Marina desembarcaba en la orilla al son ahora de la banda sonora de «Piratas del Caribe». De nuevo estos últimos hacían acto de presencia deslizándose con cuerdas desde helicópteros. Acto seguido entraba en escena la «fuerza bruta». Carros de combate Leopard y vehículos Pizarro tomaban las inmediaciones del campamento acompañados por la última incorporación del Ejército de Tierra, el helicóptero de ataque Tigre, que por primera vez participaba en un ejercicio de este tipo. En medio de todo ese movimiento, el personal de las Naciones Unidas era evacuado en un helicóptero Chinook mientras por megafonía sonaban los acordes de «Highway to hell».Entre los asistentes no estaba la titular de Defensa, Carme Chacón, que se incorporó a la fiesta por la tarde. Tampoco estaba el presidente de Extremadura, el socialista Guillermo Fernández Vara. El colofón lo puso la Patrulla Águila, con acrobacias que llevaron al público desde los «¡oh!» asustados hasta los aplausos más enfervorizados.