Barcelona
La vendetta de un empleado para desprestigiar a Victorio&Lucchino por Jesús Mariñas
A unque no está anunciado oficialmente, los sevillanos tienen la confirmación: abrirán los desfiles de Cibeles en Ifema el 31 de agosto, a las 12:30. José Víctor me lo remarca, como las acciones legales que emprenderán contra lo que consideran campaña desprestigiadora «de un empleado rebotado al que despedimos al comprobar que nos robaba los diseños». Le oigo con no mal disimulada sorpresa y el creador no sabe concretarme sobre las reclamaciones que ahora han embargado su tienda de la sevillana Sierpes –que no es la primera vez que cierran ante agobios económicos– y un enorme local en la Plaza Nueva. Las cifras bailan entre el millón y medio de euros y cinco. En cualquier caso, un mal verano que no interrumpirá su creatividad a veces en entredicho. Yo fui uno de quienes más les criticaron ante ciertos desajustes, lo mismo ideadores que de confección.
«Pasamos de 40 a 15 operarios porque el centro productor ahora está en Barcelona. Pero mantenemos la ilusión de siempre», me aseguran, aunque les recuerdo que su última colección en la muestra madrileña causó rechazo incluso en adictas tan significadas como Cayetana de Alba y Carmen Tello, encabezando una delegación de forofas béticas. Con José Víctor comento tiempos mejores para todos cuando aquello era alegría y prólogo del derrochador 92. Catherine Deneuve amadrinó en el palacio de Medinaceli el nacimiento de su perfume «Carmen», gran impacto de los benefactores Puig que en 1996 rompieron su contrato al ver incumplidas muchas promesas. Luego vino «Abril» con Eugenia Montoro y Fran Rivera promocionándolo con su romántica imagen previo pago. Aquello pasó como la euforia empresarial propiciada por la Expo que resultó desaforada con el estímulo de Felipe y su «troupe» animadora.
Recordamos, no sin nostalgia, cuando Penélope Cruz desfiló para ellos con traje rojo, anticipándose a la internacionalidad como el programa de Susanna Griso lo ha hecho descubriendo su nuevo embarazo. Aquí no hay Katrina Bayona que pueda desmetir los casi cuatro meses de gravidez como en Marbella nadie se atreve a confirmar el creciente distanciamiento entre Antonio Banderas y Eva Longoria, la casi cuñada de Pe. Aunque lo suyo con su hermano Eduardo es un jardeliano amor de ida y vuelta, el niño salió a su señor padre, que en tiempos tomboleros lanzaba dardos amorosos a Lydia Lozano.
Nada que ver con lo que Enrique Puig y la entonces imprescindible –y hoy inolvidable– María Dolores González conseguían como imagen publicitaria de las esencias de nardo con el sello V&L: trajeron a Naomi, Claudia Schiffer y hasta la entonces colocada Elle Macpherson, que retoma Ibiza como lo hace Adriana Abascal, que estará dos semanas, si todo sigue como hasta ahora, con su nuevo romance recién estrenado, de los que levantan suspiros.
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