Las bandas se creen con poder para retar al Estado

Las amenazas que han mantenido el transporte semiparalizado en El Salvador y la matanza de 17 obreros en Honduras han vuelto a colocar a las pandillas en el centro de la escena centroamericana, como protagonistas de una violencia que no encuentra respuesta y mantiene en jaque a la región.

El pasado martes miles de salvadoreños revivieron escenas que no recordaban desde la guerra que, durante doce años (1980-1992,) sembró de sangre ese país, como la de tener que subir en camiones militares o en autobuses custodiados por policías para poder acudir a sus puestos de trabajo.

A diferencia de entonces, la causa no se encuentra en un conflicto bélico, al menos no convencional, sino que las pandillas «Mara Salvatrucha» y «Mara 18» habían amenazado a los transportistas con atacar sus vehículos y empleados si salían a las calles, en un intento por hacer que el Gobierno dé marcha atrás a una reforma legal que pena con largos años de cárcel la simple pertenecia a una pandilla.

También en la tarde del martes, pero en la vecina Honduras, un grupo de pandilleros bajó de un vehículo en San Pedro Sula y acribilló a balazos a 17 de los 20 trabajadores de una fábrica de zapatos. Las autoridades hondureñas barajan como móvil un conflicto de pandillas o la negativa del dueño de la industria a pagar el «impuesto de guerra» que piden las maras.

Son los últimos ejemplos de una situación que ha hecho de estos países dos de los más peligrosos del mundo. En El Salvador la tasa de homicidios es de entre 11 y 13 por día, mientras en Honduras los homicidios ascendieron a 66,8 por cada 100.000 habitantes en 2009. Otro país que sufre igualmente la violencia de las pandillas es Guatemala, con 17 asesinatos diarios.Guatemala apenas tiene unos 22.000 agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) frente a un ejército de más de 60.000 pandilleros.

Este tipo de bandas tiene una fuerte organización interna y se están unificando con el narcotráfico como modelo y fuente de dinero. Las autoridades guatemaltecas reconocen que muchos líderes de las pandillas ordenan las extorsiones al transporte y al comercio desde las prisiones, y mandan a asesinar a los conductores de los vehículos de pasajeros cuando éstos se niegan a pagar.

El sociólogo Francisco Rojas advierte de que las maras se han profesionalizado y son mucho más «eficaces» que los gobiernos a la hora de recaudar impuestos. Con sus metodos violentos, que incluyen acciones puramente terroristas con coches-bomba, el gran número de pandilleros y su férrea disciplina, pueden tratar de tú a tú al estado.


Impunidad en Venezuela
Un total de 20.743 homicidios ocurridos en Caracas entre 1998, año de la llegada de Chávez al poder, y 2009 han quedado impunes, según un informe publicado el jueves por el Observatorio Venezolano de la Violencia, que indica que el año pasado hubo 2.918 expedientes por homicidios y sólo se realizaron 370 detenciones. En el mismo periodo se produjeron en todo el país 123.091 casos de homicidio, de los que apenas se esclarecieron 23.046, lo que significa que 100.045 homicidios han quedado impunes; es decir, el 81 por ciento.