«Demasiado conservador»

Sin demasiada confianza en su estado físico, Juanma Molina, bronce europeo hace ocho años y bronce mundial hace cinco, decidió guardar fuerzas e ir remontando, recogiendo los cadáveres de los marchadores que fueran por delante fundidos por el calor. Todo eso estaba en la mente del atleta murciano. «Y hubo un momento en el que pensé que podía entrar en la lucha por las medallas», afirmó. «Pero me equivoqué. He pecado de conservador», reconoció después. Cuando le tocó dar el paso hacia delante, pegar el estirón y alcanzar a los de cabeza, no pudo hacerlo. «Me faltó chispa y un poco de fuerza», aseguró. Y tuvo que conformarse con ser noveno, a un puesto de acabar como finalista. Conclusión: «Me queda un sabor agridulce».El de Miguel Ángel López, el campeón de España (décimo cuarto ayer) y el de José Ignacio Díaz (19) se queda en agrio. «No me he encontrado bien», fue el resumen de ambos. No se encontraron ni mucho menos como el joven ruso Emelyanov, una bala inalcanzable casi desde la primera pisada, el campeón de Europa, el sucesor de Paquillo Fernández. Sin Paquillo, España perdió la costumbre de comenzar los campeonatos con una medalla. El granadino está pagando por caer en la tentación del dopaje tras dos malos resultados consecutivos.Tampoco Lamdassen pudo lograr la medalla 100 del atletismo español. La plata era suya, ya la tocaba, quedaban 150 metros y había hecho una buena carrera. Pero no midió sus fuerzas. Había tirado para dejar atrás al británico Thompson y al italiano Meucci. Pensó que lo había logrado. Pero estaban más cerca de lo que creía. Le pasaron en la última recta como un cohete. Y acabó cuarto.