Barcelona
Las recetas de los profesionales
Los sanitarios son conscientes de que tienen que arrimar el hombro, pero no de cualquier manera.
La indignación de los profesionales sanitarios ante los recortes presupuestarios podría derivar en el ejercicio por parte de éstos mismos de una medicina defensiva o, paradójicamente, de gasto. Los profesionales sanitarios saben que deben arrimar el hombro, pero no contemplan hacerlo de cualquier manera ni a cualquier precio. Advierten de que sus protestas no tienen nada que ver con reclamaciones salariales, tal y como señaló el conseller de Salud, Boi Ruiz, anteayer, y señalan que existen recetas de ahorro que no agreden a la calidad y seguridad asistencial, que no se están teniendo en cuenta a la hora de recortar. De hecho, desde hace años vienen alertando de que el sistema público no se sostiene.
Pirámide invertida
Desde que la figura del gerente entró en el sistema sanitario por la necesidad de «poner orden» en las cuentas, se han ido engrosando los estamentos directivos mientras que el colectivo sanitario situado en la parte baja de la pirámide jerárquica, el que trata directamente con el ciudadano, no ha crecido en la medida de las necesidades, señalan los profesionales. «No puede ser que en una planta tres enfermeras que atienden a pacientes sean supervisadas por otras siete que no hacen nada», denuncia fuentes sindicales. Este modelo organizativo ha llevado a la burocratización de la relación médico-paciente, lo que ralentiza y encarece los procesos. En este sentido, los sanitarios consideran que si los directivos, de perfil más económico, «compartieran su poder y los escucharan», el sistema ganaría en eficiencia.
Masa crítica y cartera
No todos los centros deben hacer de todo. Se trata de crear polos de conocimiento y experiencia de los diferentes servicios para evitar multiplicar las inversiones –en personal, infraestructuras y material– que no conllevan un beneficio para la población. Asimismo, ¿por qué crear unidades especializadas en hospitales si desde la atención primaria ya se ofrece el servicio al ciudadano?, se preguntan los médicos. Por otro lado, es necesario definir y explicar con claridad cuál es la cartera de servicios y sus costes, porque, el sistema público tiene límites, advierten los profesionales, y el ciudadano debe saberlo.
Nuevas tecnologías
Conectar todos los centros en red permitiría evitar la duplicidad de pruebas diagnósticas, agilizar tratamientos y optimizar los tempos médicos, con su consiguiente ahorro económico.
Medicamentos
Fomentar el uso de fármacos genéricos supondría el ahorro de 200 millones de euros anuales, según los expertos. Ahora bien, los profesionales exigen que este tipo de medicamentos se analice con «seriedad» y los catálogos se renueven periódicamente. Señalan también que es necesario revisar los protocolos y guías médicas y poner fin a una población excesivamente medicalizada.
Primaria y prevención
Varios estudios señalan que un sistema basado en la atención primaria gana en calidad asistencial y en contención del gasto. Además, desde la puerta de entrada del sistema es más fácil educar al paciente y fomentar la prevención y la autoresponsabilidad sobre la salud.
«No hay fórmulas mágicas, porque son los economistas los que nos han llevado a la crisis, si no medidas que se han de adecuar a las necesidades de los ciudadanos y del territorio», señalan fuentes médicas.
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