Aragón

El ejemplo de la concertada: más clases por menos sueldo

Los docentes de media España están en pie de guerra. En comunidades como Madrid, Galicia, Navarra y Cataluña, los gobiernos autonómicos han decidido aumentar el número de horas lectivas para reducir costes. En el caso de Madrid, que ya ha anunciado una posible huelga para el 14 de septiembre, los profesores de Secundaria pasarán de 18 a 20 horas lectivas a la semana (los de Primaria hacen entre 21 y 22).

Alfonso Aguiló / Director del Colegio Tajamar: Organiza el nuevo curso que, en Madrid, comienza el próximo lunes. Entre reunión y reunión, reconoce que «no apoyaría una huelga de profesores porque la crisis es innegable y el esfuerzo debe ser mayor»
Alfonso Aguiló / Director del Colegio Tajamar: Organiza el nuevo curso que, en Madrid, comienza el próximo lunes. Entre reunión y reunión, reconoce que «no apoyaría una huelga de profesores porque la crisis es innegable y el esfuerzo debe ser mayor»larazon

El resto del tiempo lo dedicarán a reunirse, preparar clases, tutorias y corregir exámenes. Sin embargo, creen que este aumento hará que se dejen de realizar actividades como tutorías y desdobles de clases.

Lo que se ha pasado por alto es que estos «recortes» afectan sólo al profesorado de institutos públicos. ¿Podrán, entonces, los docentes de centros privados y concertados disfrutar de una menor carga lectiva? No, porque estos «recortes» supondrían una mejora para estos profesores, que, en la actualidad, ya imparten 25 horas de clase a la semana. Es una de las muchas diferencias que separan a los dos colectivos de enseñantes. Aunque, por ley, deberían estar equiparados, la realidad dista mucho de este propósito.

Reclamación histórica
Así lo explica Jesús Pueyo, presidente del sindicato FSIE, mayoritario en la enseñanza privada y concertada. «Llevamos mucho tiempo reclamando la equiparación salarial y, aunque por ley se debería haber hecho, a día de hoy no se ha llevado a cabo en ningún territorio». De este modo, aunque las condiciones varían entre comunidades, los docentes de la concertada cobran entre un 5 y un 12 por ciento menos que sus compañeros de la pública.

El problema no es de los centros, es de las administraciones. Son éstas las que pagan el salario de los profesores de centros concertados. Éstos reciben el montante de los sueldos y, por otro lado, una cantidad destinada a gastos corrientes, como el pago de la luz, el agua, etc. Si un colegio concertado quiere contratar a más personal para reducir el número de horas lectivas que imparten sus profesores, no puede, porque el montante destinado a sus sueldos se fija en los Presupuestos y no aumenta. «A cada centro se le asigna un número fijo de profesores», dice Pueyo.

A los docentes de la escuela concertada también les gustaría impartir menos horas lectivas, y así lo han reclamado en numerosas ocasiones, pero no han obtenido resultado, pese a que dependen de las mismas administraciones que los profesores funcionarios. Pueyo resume la situación: «No se puede bajar la carga lectiva porque habría que contratar a más profesores».
Sin embargo, denuncia que «cuando se bajó el sueldo a los funcionarios no tardaron más de cinco minutos en equipararnos y en bajárnoslo a nosotros también». Pese a ello, los docentes de la concertada no son trabajadores públicos ni tienen plaza en propiedad: pueden ser despedidos como cualquier otro empleado.

Permanencia en el centro
Aun así, en los centros concertados se realizan las mismas actividades «extra» que en los públicos. Eso es, al menos, lo que aseguran desde la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), la patronal de los colegios privados y concertados. ¿Cómo lo hacen? Aprovechan la jornada laboral al máximo y, además, hacen horas extra.

Los propios profesores lo confirman. Ramón, profesor de Literatura de Secundaria del colegio Tajamar, no entiende las demandas de sus compañeros: «No trabajamos por horas sino para sacar el trabajo adelante». Luis Alberto también imparte clases en el centro y asegura que, además de mejores resultados educativos, la propuesta de los concertados «fomenta el desarrollo y el trato con el alumno. Yo dedico 15 minutos semanales a cada uno, y eso también debes preparártelo», añade.

José Antonio de Frutos, un docente de Ciencias Naturales de un instituto concertado de Madrid, con más de 30 años de experiencia en la enseñanza, cuenta que «tenemos 25 horas lectivas, dos de guardia, cuatro o seis de reuniones... en total, entre 34 y 35 horas de permanencia en el centro». Por eso, «aprovechamos las guardias para corregir, y organizamos actividades en nuestra casa. Yo, por ejemplo, he preparado las actividades de laboratorio de todo el año durante mis vacaciones», asegura. Precisamente las vacaciones son otro punto que diferencia los centros públicos de los concertados. En los primeros, los docentes suelen disfrutar de dos meses. En algunos concertados también. En otros, como en el de José Antonio, tienen que trabajar los primeros días de julio. Y en casos extremos, los centros despiden a los docentes para volverlos a contratar en septiembre.


Los sindicatos deciden hoy sus movilizaciones
- Hoy, los 7,8 millones de estudiantes de enseñanzas no universitarias comienzan a incorporarse a las clases. Los primeros en hacerlo serán los alumnos de País Vasco y Aragón, y en dos semanas todos habrán empezado las clases. Este primer día de colegio es el que han elegido los sindicatos de enseñanza a nivel nacional para reunirse en Madrid.
- En el encuentro, decidirán si convocan movilizaciones conjuntas en apoyo a los docentes que serán obligados a cumplir más horas lectivas, como los de Madrid, Castilla-La Mancha, Galicia y Cataluña. Pese a que todos los sindicatos han criticado la medida, ninguno aboga por una huelga en toda España, ante la falta de apoyo social.
- Los sindicatos sí podrían convocar una manifestación conjunta para protestar por los «recortes» en Educación.