Getafe C.F.
El Villarreal se condena (0-1)
Marcó Falcao a dos minutos del final y el equipo de Lotina descendió a Segunda. El Atlético, que no irá a «Champions», fue muy profesional
La cara de Fernando Roig era un poema cuando Falcao, siempre el colombiano y más en su semana grande, había marcado de cabeza a la salida de un córner. El presidente del Villarreal se temía lo peor y el anuncio del gol de Tamudo en Vallecas terminó por condenar a un equipo que ha jugado la Liga de Campeones hace unos meses. Una losa para el «submarino amarillo» y para un entrenador como Lotina que ya bajó con el Deportivo hace un año.
Repite experiencia negativa el técnico vasco después de un partido en que los dos equipos lo dieron todo. El Villarreal apretó en el primer tiempo. Los veteranos Marchena y Senna ejercieron de jefes y Borja Valero quiso poner el plus del buen juego. El problema de los locales es que les falta pegada. La lesión de Rossi ha lastrado al equipo y ha sido una de las causas de que llegue una condena impensable cuando el fútbol echó a rodar allá en agosto pasado.
Y desde esas limitaciones, después de tres entrenadores –Garrido, Molina y Lotina– ha llegado al desastre. Defensivamente, el equipo es débil y, aunque el Atlético no apretó mucho, hubo ocasiones en que acusaron la falta de personalidad.
Palo, y de los gordos, para el Villarreal, que ha sido un ejemplo de trabajo y de gestión en una localidad que no llega a los 60.000 habitantes. ¿El futuro? Locuras no se esperan por parte de Fernando Roig, que siempre ha tenido la cordura como bandera. Además, ayer no tuvo suerte el equipo y en la última jugada pudo empatar para conseguir la salvación.
Del Atlético, poco que contar. Fue muy profesional. Agarró una ocasión Falcao, que voló sobre los defensores y superó a Diego López. Fue suficiente para ganar cuando el partido agonizaba y la gente estaba muy pendiente de lo que ocurría en Vallecas. Y con los transistores anunciando el nuevo «Tamudazo» llegaron las lágrimas y la desolación.
Para el Atlético, que cambió la cara con Simeone, pese a que con el «Cholo» también ha habido sombras en su juego, ser quinto es un fracaso. El equipo se había construido para ser, al menos, cuarto, y el consuelo del título de Bucarest no sirve para paliar la precaria situación económica de la entidad.
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