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La oposición útil de Rubalcaba: a la calle contra las reformas

Buenas maneras y pacto para renovar el TC antes de junio. Ahí se acabaron los acuerdos. El líder del PSOE avisó tras el encuentro con Rajoy que su partido se movilizará junto a los sindicatos contra la reforma laboral

La oposición útil de Rubalcaba: a la calle contra las reformas
La oposición útil de Rubalcaba: a la calle contra las reformaslarazon

MADRID- Cuatro horas de diálogo «franco y a fondo» entre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, que sirvieron para constatar la «voluntad de acordar», pero para concretar pocos acuerdos. De esas cuatro horas de conversación, en materia económica el único pacto cerrado es el de constituir un grupo de trabajo para seguir hablando de las políticas en I+D+i. Y seguirán conversando para intentar un acuerdo sobre la Ley de Estabilidad Presupuestaria, sobre la que se suponía que había un consenso ya heredado de la pasada legislatura: la nueva dirección socialista se ha desmarcado de aquel acuerdo porque alega que era sobre un límite de déficit del 0,4 por ciento y no del cero por ciento que recoge el texto aprobado por el Consejo de Ministros. Desde Moncloa se dijo la semana pasada que esa cifra era «innegociable», pero Rajoy y Rubalcaba dejan la puerta abierta a seguir buscando un acercamiento de posiciones.

Mientras, el Gobierno no va a cambiar el paso en su calendario presupuestario. «No estoy dispuesto a hacer unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) que no sean verdad», le dijo ayer Rajoy a Rubalcaba cuando este último aprovechó la reunión para volver a exigir que se presenten ya las cuentas para el ejercicio de 2012. La «intoxicación» –como la califican en Moncloa– sobre el déficit español, que el martes corrió por Bruselas, no altera su agenda, de la que está informada la Comisión Europea. Ayer el portavoz del comisario económico, Amadeu Altafaj, volvió a desmentir tajantemente que tengan dudas sobre las cifras económicas ofrecidas por el Ejecutivo español, pero también insistió en la necesidad de que los PGE estén listos cuanto antes.

En Moncloa explican que entienden que la Comisión Europea vele porque se respeten las normas, pero aclaran que ésta también «sabe que el Gobierno español está cumpliendo con sus compromisos y que está trabajando ya en la elaboración de los Presupuestos». El Ejecutivo de Rajoy así se lo ha comunicado, como también ha hecho llegar a las instancias correspondientes los oportunos mensajes sobre su deseo de que haya gestos con aquellos países que están haciendo los deberes. Es decir, que se revisen las previsiones y se hagan unas «realistas».

La entrevista más larga, con almuerzo incluido, que se recuerda entre un jefe del Ejecutivo y un líder de la oposición dio para hablar mucho de economía, mucho de la situación en Europa y mucho también de Grecia, otro de los pocos puntos en los que los dos constataron su plena sintonía: están de acuerdo en cuál debe ser la posición de España y en que Grecia debe seguir en el euro.

Ahora bien, si se baja ya al terreno doméstico, la entrevista sirvió para dejar nota de las importantes diferencias que les van a separar en reformas estructurales tan decisivas como la del mercado laboral. El PSOE presentará enmienda a la totalidad y Rubalcaba dejó bien claro que ve poco margen para acercar posturas en la tramitación parlamentaria. Tan claro dijo eso como confirmó que dirigentes de su partido participarán en las movilizaciones en la calle que ya han anunciado los sindicatos. El PSOE cree haber encontrado en esta reforma la piedra angular de su estrategia de oposición, a la espera de que si sale mal y se consolida el frente sindical, se convierta en su gran arma de desgaste contra el Gobierno. En Moncloa, Rubalcaba también escenificó su decisión de liderar el rechazo de la izquierda a los cambios en las leyes «sociales» aprobadas por el Gabinete de Zapatero, como la ley de Plazos.

Ahora bien, como manda el canon político ante este tipo de entrevistas, en su comparecencia el líder socialista subrayó la voluntad de acuerdo de su partido, voluntad que el Gobierno también reivindicó para sí mismo. «Me he sentido escuchado», comentó en varias ocasiones. Del intercambio de opiniones queda la disposición a convertir en asuntos de Estado la política sobre ETA, de Defensa y Exterior. En relación a la política antiterrorista, el «invitado» en Moncloa dijo que el presidente del Gobierno le había escuchado, le había atendido y que en el futuro habría acuerdos que se visualizarían.

La prioridad de la reunión, al menos así se había presentado por las dos partes, era acelerar el acuerdo sobre las vacantes institucionales en el Tribunal Constitucional, el Defensor del Pueblo, el Tribunal de Cuentas y el Consejo de Administración de RTVE. Esa urgencia se concreta en el acuerdo de darse de plazo todo el actual periodo de sesiones, hasta junio, para cerrar el consenso. Ayer no hablaron de perfiles ni de candidatos, al menos así lo confirmó Rubalcaba en rueda de prensa. La renovación se irá haciendo órgano por órgano, no será en bloque, y por el lado del Gobierno, de ella se encargará también la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.

Por cierto, a Rubalcaba le preguntaron sobre la polémica y desestabilizadora información de Reuters, que extendió el rumor de que la Comisión Europea no se creía las cifras de déficit ofrecidas por el Gobierno español, y su respuesta no pudo ser más escueta: «La Comisión Europea ha dado una explicación y me remito a ella».


LA LUPA
Menú del encuentro

El menú que degustaron ayer en su primera reunión en el Palacio de la Moncloa el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, consistió en alcachofas rellenas de setas, seguidas de chuleta de Ávila.Fuentes de La Moncloa dieron detalles del almuerzo al que Rajoy invitó a Rubalcaba, que estuvo regado con vino de Rioja. Una tarta de melocotón cerró la comida de trabajo, en la que ambos abordaron las reformas estructurales diseñadas por el Gobierno para hacer frente a la crisis y la renovación pendiente de organismos e instituciones.