Platos sabrosos y equilibrados

El chef ha sido nombrado el mejor de Cantabria dentro de los premios Arco Atlántico Gastro. El jurado reconoció su esmerada selección de las materias primas, que componen combinaciones equilibradas y sabrosas. Una vez más, nos decantamos por un establecimiento informal propiedad de un maestro de los fogones. Jesús Sánchez posee una estrella Michelin en la casa madre, El Cenador de Amós, situado en Villaverde de Pontones, también en Cantabria, donde elabora su cocina más personal. Bocados en los que mezcla la tradición y los sabores básicos con la inquietud y la investigación de los productos. «Mi cocina es contemporánea y coherente con mis principios», explica.

Esta espectacular casona indiana del siglo XIX, situada en el barrio de Monte de Santander, ha sido decorada por Rafael Zabala. En la entrada, el comensal camina sobre un pasillo tablado al estilo de los paseos marítimos de las costas pacíficas. Al fondo, una impresionante casona victoriana pintada en gris zafiro envuelta en una frondosa vegetación. El local cuenta con sillas de diseño escandinavo de STUA y lámparas vintage de la firma Santa&Cole. El comedor está compuesto por mesas bajas, así como por dos altas corridas tan de moda en los establecimientos gastronómicos que marcan tendencia. Poco hay mejor que compartir buena conversación, mejores manjares y, además, hacer nuevas amistades. Además, si tiene previsto organizar una reunión culinaria, también dispone de tres reservados.

Al frente de los fogones encontramos a Miguel Olmedo, un joven chef formado durante siete años junto a Jesús en El Cenador de Amós. «El producto, tratado de una manera tradicional, pero con chispa» es la frase que lee el comensal según recibe la carta. «Hacemos una cocina de mercado, actual, en la que no faltan recetas clásicas impregnadas de un punto de imaginación en las presentaciones», dice. Propuestas apetecibles todas, que se dividen en varios apartados: producto, vegetal, de cuchara, arroces, de costa, de interior y dulce tentación.
Empezar por las anchoas con tomate y pan de cristal es lo suyo y continuar con una ensalada de tomate raf y ventresca de atún y con los pimientos asados y confitados con aceite de oliva virgen extra. Entre los contundentes platos de cuchara, la marmita de bonito y el cocido montañés no faltan. Los postres (tarta fina de hojaldre y manzana con helado de vainilla, el tiramisú con helado de café...) merecen la pena. El sumiller Gonzalo San Martín ha diseñado la carta de vinos de buena calidad-precio.