CiU y PP agilizan la negociación de los presupuestos municipales

BARCELONA- «Sé que tengo una prueba de fuego que es la aprobación de los presupuestos. Y este es el reto que yo tengo». Esto es lo que dijo Xavier Trias en su primera comparecencia ante los medios de comunicación después de ser investido alcalde de Barcelona. Han pasado tres meses desde entonces, incluso, han caducado los cien días de gracia que por cortesía la oposición da a todo gobierno novato, y ahora el equipo de Trias está comprobando cuánta razón tenía su líder. La segunda teniente de alcalde, Sònia Recasens, que como encargada del área de Economía, Empresa y Ocupación se hará cargo de la negociación de las ordenanzas fiscales y los presupuestos del próximo año, prosiguió ayer la ronda de contactos. Primero se reunió con el PP y luego con la coalición independentista, Unió per Barcelona (UxB), para explicar cuál es la propuesta económica de CiU.

Si hace dos días, Alberto Fernández ponía como condición «sine qua non» para acordar los presupuestos que CiU deje fuera de cualquier pacto al resto de grupos, los independentistas, Jordi Portabella y Joan Laporta replicaban que no apoyarán unas cuentas en las que intervenga el PP. Pero Portabella y Laporta sólo suman dos concejales y Trias necesita siete para dar luz verde a sus presupuestos, esto quiere decir que sólo puede contar con el PP (9) o el PSC (12).
Pero la poca predisposición del PSC a apoyar a Trias dibuja un acuerdo entre CiU y el PP. Por ahora, ayer, el equipo negociador de los populares, Àngels Esteller y Javier Mulleras, se reunió con Recasens, mientras que los socialistas no movieron ficha. Es más, hoy PP y CiU volverán a verse, con toda probabilidad, porque, al margen de que hubo sintonía, según fuentes del PP, el tiempo apremia. El próximo miércoles se cumple el plazo para presentar el proyecto de ordenanzas fiscales.