Bilbao Basket

El Madrid huele a cadáver

Hay maneras de perder muy reveladoras. La forma en que el Madrid cayó en Bilbao y se situó al borde de la eliminación fue vergonzante. Los vascos hicieron una demostración de intensidad y fe en el colectivo que les ha dejado a una victoria de hacer historia, de alcanzar por primera vez en su corta vida la final de la ACB.

Tomic y Hervelle luchan por hacerse con el rebote
Tomic y Hervelle luchan por hacerse con el rebotelarazon

El Real Madrid es un equipo sin alma. Está vacío. Hay que escarbar mucho para encontrar algo aprovechable en un grupo que divisa el final de la temporada de forma irremediable y en el que algunos de sus miembros (Molin, Velickovic, Prigioni, Tucker...) saben que no seguirán el año que viene. Si el rival es constante, y el Bizkaia Bilbao lo es y mucho, y coge el mando del partido, a Molin y los suyos sólo les queda cobijarse en la inspiración individual de algún jugador. En el segundo partido fue Llull el que estuvo cerca de forzar la machada después de rozar el ridículo. Ayer lo intentó Sergio en el tercer cuarto. En algunos de sus minutos más inspirados de la temporada consiguió que los 16 puntos de ventaja con que llegaron a contar los locales (42-26, min 16) quedaran reducidos a la mitad con un cuarto por delante (48-40). Había tiempo, lo que no había eran motivos para creer en la remontada.

Sergio estuvo solo y la gran virtud del equipo de Katsikaris fue precisamente lo contrario, actuar como un bloque. Su máximo anotador fue Banic con 13 puntos, pero hubo momentos para que todos los jugadores se sintieran importantes y eso a estas alturas de la película es vital. Hervelle reclamó los focos de salida; luego aparecieron Blums, Jackson, Mumbrú, Banic, Vasileiadis... Hubo para todos. Cuando el equipo pudo sentir vértigo, en el arranque del último periodo, anotaron tres triples casi consecutivos, uno más que el Madrid en todo el partido. Las diferencias tomaron un volumen que comienza a ser normal en la eliminatoria. Rozaron la veintena e incluso la alcanzaron (68-48, min 39). La eliminación de Sergio tras encararse con Banic con el partido ya decidido resume la impotencia en que se ha sumido el Madrid. Y lo más grave es que nada apunta a que el equipo sea capaz de recuperarse en 48 horas para plantar cara a un meritorio Bilbao.