Libros
El grito de la tierra por Ramón TAMAMES
Todo libro tiene su muy particular proceso
de elaboración y en el último de los míos, sobre temas ecológicos, «El grito de la Tierra», han incidido no pocas circunstancias. Primero de todo, tenía una cierta mala conciencia por no haber mantenido actualizada mi publicación «Ecología y desarrollo. La polémica sobre los límites al crecimiento», que di a la luz en 1974, y cuya última revisión hice en 1995. Además, la voz interna que me protestaba, me recriminó el descuido de otra obra mía, «La reconquista del paraíso», publicada en 1992, al volver de la cumbre ambiental de Río de Janeiro.
Así las cosas, con la aparición de «El grito de la Tierra» me da la sensación de haber vuelto a la senda que inicié con los dos citados trabajos. Si bien es cierto en un mundo muy distinto, pues es público y notorio que los temas de ecología están adquiriendo una extensión mediática y universitaria que nunca pudimos haber imaginado.
Por lo demás, con el tiempo todo cambia: en medio de una continua controversia, llena de argumentos desde las cuatro esquinas. Lo cual también contribuyó a que finalmente me decidiera a entrar nuevamente en liza con «El grito de la Tierra», del que hoy doy breve noticia personal a los lectores de La Razón.
La vida está hecha de experiencias, ilusiones, realizaciones y trabajos a medio hacer; y de proyectos que a pesar de haber sido más o menos acariciados, pueden resultar nonnatos. En ese contexto, «El grito de la Tierra» me ha proporcionado nuevos bríos, con un aprendizaje rejuvenecedor.
En la rueda de la historia de cada vida, cualquiera que piensa y escribe, sigue existiendo. Y en relación con un planeta como el nuestro, nos percatamos, a cada momento, que no cabe aceptar el horizonte de discusiones bizantinas, querellas de frailes, renuencias económicas y falta de razón, para que al final todo se deteriore irreversiblemente. Carpe diem.
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