Relaciones laborales
El PSOE dice que «ni el franquismo» se atrevió a tanto
MADRID– «La reforma laboral no contribuirá a superar la crisis, supondrá una reducción masiva de salarios, contraerá el consumo, abaratará el despido e incrementará el desempleo». Es la respuesta de la direccción federal del PSOE al Real Decreto Ley aprobado el viernes en Consejo de Ministros que, a juicio de los socialistas, se ampara en la crisis económica para acometer un «ajuste ideológico» al que no se atrevió «ni la legislación del franquismo».
Todo esto lo dijo ayer la número dos del PSOE, Elena Valenciano, al término de una reunión de la Ejecutiva Federal en la que se abordó casi monográficamente la respuesta del PSOE a una reforma con la que la izquierda dice que «saltan» los equilibrios sobre los cuales se ha construido la paz social. Y es que la vicesecretaria general concluye que Mariano Rajoy ha perpetrado un «enorme fraude político» al poner en marcha «con premeditación y alevosía», lo que expresamente negó que haría. «Ni la lucha contra la crisis exige destruir los derechos de los trabajadores, ni la mayoría absoluta es un cheque en blanco para hacer lo que le dé la gana», sentenció la mano derecha de Rubalcaba. Los socialistas defienden que la reforma es «la agresión más importante» que han sufrido los trabajadores españoles desde el inicio de la democracia, y que lo que destila de fondo es un desequilibrio de las relaciones laborales. Dicho de otro modo: es una nueva escena de las relaciones laborales que entrega todo el poder a los empresarios y deja «indefensos» a los trabajadores. «Ni la legislación franquista se atrevió a tanto», llegó a decir Valenciano, que dibujó una reforma «ofensiva y destructiva», que devuelve a los trabajadores a una «situación predemocrática».
El PSOE analiza por ello en estos días detalladamente la reforma laboral con el propósito de aprovechar los márgenes de negociación en la tramitación que, como proyecto de ley en el Parlamento, seguirá ahora el texto. Y de ahí que ayer no confirmara, pero tampoco descartara, la vía del recurso de inconstitucionalidad que ya han avanzado tanto los sindicatos como IU. De momento, lo estudian los servicios jurídicos del partido tal y como avanzó ayer tarde Rubalcaba, al término de una reunión con los líderes de UGT y CCOO convocada con anterioridad a la reforma pero en la que se habló largo y tendido sobre ella. El secretario general del PSOE se desvinculó de las movilizaciones convocadas para el domingo, si bien afirmó que la dirección federal podría estar representada por algún miembro. Rubalcaba, que se ofreció a los sindicatos para asumir algunas de sus propuestas, vió tres elementos de preocupación: el abaratamiento del despido, la ruptura del equilibrio en relaciones laborales y el nuevo contrato indefinido.
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