Barcelona

En busca de 12 abstenciones

62 votos a favor (todos los de CiU) y 73 en contra (el resto del arco parlamentario). Con este resultado, el Parlamento de Cataluña rechazó ayer la investidura de Artur Mas como presidente de la Generalitat.

Mas no logra ser investido a la primera
Mas no logra ser investido a la primeralarazon

El líder de CiU deberá esperar, por tanto, a la segunda votación de mañana para convertirse, finalmente, en el nuevo jefe del Ejecutivo catalán. Ayer necesitaba una mayoría absoluta que no consiguió. Mañana bastará con que tenga más votos a favor que en contra y, para eso, es imprescindible que al menos 12 diputados se abstengan. Es decir, que CiU necesita la colaboración pasiva del PSC o del PP porque la de ERC (10 escaños) no es suficiente.

A lo largo de la doble jornada del debate de investidura, Mas ha procurado dispensar un tono amable y abierto a los grupos parlamentarios. «Nuestro Gobierno quiere ser ayudado», ha repetido el candidato a la investidura. Los nacionalistas trabajan desde hace días a tres bandas (PSC, PP y ERC) para que Mas logre la mayoría simple –la menos ajustada posible– en el Parlament y así pueda tomar las riendas de la Generalitat.

Los convergentes señalaron ayer al PSC como el aliado del deseo. «Nuestro principal interlocutor queremos que sea el PSC», afirmó el secretario general adjunto de CDC, Felip Puig, en Catalunya Ràdio. Mas ya reclamó anteayer al líder del grupo parlamentario del PSC, Joaquim Nadal, que faciliten los primeros pasos de la andadura del nuevo Gobierno y los socialistas no se cerraron en banda.

Convergència intentaba ayer madurar las conversaciones con el PSC para lograr su abstención. A cambio, ofrecen a los socialistas pactar «los grandes acuerdos». El problema es que el PSC también aspira a representar la alternativa a CiU dentro de cuatro años, aunque para eso aún deben afrontar un proceso de reconstrucción interna. Entretanto, los socialistas contemplan jugar el papel de una formación responsable en tiempos de crisis.

El debate de investidura también ha evidenciado una muy significativa coincidencia de planteamientos entre PP y CiU, sobre todo en el campo económico, la prioridad de ambas formaciones. Pero «el pacto fiscal en la línea del concierto vasco» amenaza la colaboración entre ambas formaciones. Populares y convergentes tienen 24 horas para estudiar la investidura. Al cierre de esta edición, todo estaba en el aire.


Primer toque para Laporta
- El ex presidente del Barça y líder de Solidaritat Catalana per la Independència (SI), Joan Laporta, se estrenó ayer en el Parlamento catalán con reprimenda de Artur Mas incluida. Mas reprochó a Laporta que hubiera olvidado el saludo de cortesía al presidente catalán, José Montilla, al inicio de su intervención. Error que achacó a la condición de «novato» de Laporta.
- La buena sintonía entre ambos brilló por su ausencia en el careo. Laporta dedicó todo su tiempo a pedir la independencia unilateral de Cataluña, a amenazar con «internacionalizar el conflicto», y a criticar el pacto fiscal de Mas, ya que sólo servirá para que el líder de CiU vuelva con el «rabo entre las piernas».