Los empresarios: «Sin firmeza no hay confianza»

Más allá de la instantánea de unidad buscada por José Luis Rodríguez Zapatero, el encuentro se convirtió en una reunión fecunda y productiva, con momentos tensos, y, desde luego, extensos.

El mensaje empresarial fue unánime: «La clave para recuperar la confianza en la economía española reside en que al Gobierno no le tiemble la mano a la hora de adoptar las reformas», aseguraron a este diario fuentes gubernamentales. Además, le demandaron celeridad en las mismas. En este sentido, destacó la participación de Baldomero Falcones Jaquotot, presidente y consejero delegado FCC, y Luis Fernando del Rivero Asensio, presidente de Sacyr Vallehermoso. Ambos empresarios compartieron diagnóstico sobre la situación. Por eso recomendaron a Zapatero acelerar las reformas. «Mejor hacerlas ahora que esperar al primer trimestre del año que viene», en alusión a la de las pensiones, prevista para el primer trimestre de 2011, y al desarrollo de la reforma laboral. Incluso hicieron ver al presidente que si adoptara medidas más drásticas se granjearía el apoyo del PP.

Desde luego, la petición de mayor celeridad en las reformas no cayó en saco roto. De hecho, al término de la reunión, Zapatero se comprometió públicamente a impulsarlas. Durante cuatro horas, tomaron la palabra 26 de los 37 invitados por el jefe del Ejecutivo a La Moncloa.

El presidente de La Caixa fue el primero en abrir fuego por indicación de Zapatero. Isidro Fainé se mostró dispuesto a culminar el proceso de reordenación de las cajas antes del 24 de diciembre, uno de los pactos asumidos durante la reunión. Eso sí, advirtió de que los retrasos en el mismo son imputables a las autonomías, que se han demorado en la aplicación de la ley. Emilio Botín, presidente de Banco Santander, le siguió en el uso de la palabra, y se manifestó contrario a una convocatoria anticipada de las generales, opinión que fue secundada por Francisco González, el tercero en intervenir. El máximo responsable del BBVA protagonizó, sin duda, una de las alocuciones más duras de la mañana, según confirmaron a LA RAZÓN asistentes al evento.

El cuarto en dar su opinión de cómo ve las actuales circunstancias de la economía y los ataques que sufre la deuda fue César Alierta.

Un incremento de los beneficios fiscales fue otra de las propuestas más extendidas entre los directivos que intervinieron en el encuentro. Los empresarios la justificaron para compensar el esfuerzo adicional que les solicitó el presidente del Ejecutivo a la hora de aumentar su inversión en el exterior y en el interior de España para salir antes de la crisis económica.