Los Ángeles
Qué le pasa a Sandra Bullock
Aunque con esta película ganó el Oscar por fin, lo cierto es que la vida personal de esta poderosa estrella de Hollywood entró en declive desde que ganó la estatuilla. ¿La maldición otra vez?
Cuando todavía estaba paladeando las mieles del éxito como ganadora al Oscar a la mejor actriz del año precisamente por esta película que ahora se estrena en España, a Sandra Bullock se le amargó el dulce cuando descubrió que su marido desde hacía cinco años, el fornido Jesse James, le era infiel, no con una, sino con varias mujeres. Y muy variopintas, por cierto. Presentador de televisión y gerente de West Coast Choppers, una atípica empresa que fabrica motocicletas a medida, Jesse James la había engañado, entre otras, con una «stripper» un tanto chabacana y modelo de tatuajes llamada Michelle «Bombshell» McGee, mucho más joven, claro, que la Bullock. Unos días antes de que la noticia saltara a la prensa, la actriz, de 45 años, abandonó el hogar conyugal en Orange County, California, y se escondió en la casa de unos amigos situada en Los Ángeles. Incluso ella, tan profesional siempre, canceló la «première» de «Un sueño posible» por «motivos personales» que no hizo falta explicar. Basada en la historia real de Michel Oher, el jugador de fútbol americano que fue adoptado por una familia blanca de Memphis cuando vivía en la calle de niño, Bullock encarna en la cinta a Leigh Ann, la madre que decide darle cobijo en su casa. Bullock representa en Hollywood el esfuerzo, la dedicación y la perseverancia. Nacida en Arlington, Virginia, e hija de una cantante de ópera alemana y profesora de canto y un entrenador de Alabama, vivió en Nuremberg hasta su adolescencia, cuando cantaba en el coro infantil del Staatstheater. Pronto, sin embargo, decidió convertirse en actriz; hizo las maletas, compró un billete para Nueva York y empezó a trabajar en el guardarropa de un club mientras tomaba clases de interpretación en The Neighbourhood Playhouse.
Desde el infiernoYa en Los Ángeles consiguió su primera gran película al lado de Sylvester Stallone en «Demolition Man». Un año después, la directora de casting Risa Bramon, contra los deseos de la Fox, la contrató para «Speed», aquel taquillazo con Keanu Reeves. A partir de esa película comenzó su fulgurante ascenso en la Meca. Peso pesado de la comedia romántica, hace seis años decidió cambiar de registro y participar en películas más arriesgadas y de género como «Crash» o «Capote». 2009 fue un año especialmente bueno para Bullock gracias a dos taquillazos, «La proposición» y esta que ahora presenta en España, por la que ganó el Globo de Oro además de la estatuilla. No obstante, mientras tocaba el cielo por motivos profesionales, su vida personal bajaba hasta los infiernos . Ahora intenta olvidarlo todo en su casa de Nueva Orleáns junto a Louis, el bebé negro que acaba de adoptar y con el que posó recientemente en una muy polémica portada. Así, ficción y realidad se unen: el personaje de Sandra Bullock también adopta un niño.–«Un sueño posible» narra la peculiar trayectoria de un deportista. ¿La conocía antes de rodarla?–No. De hecho, cuando leí el guion me sorprendió que el director pensara que yo era la actriz adecuada para el personaje y decidí rechazarlo. Pero John insistió e insistió hasta que me convenció de dar vida a esta mujer, y, la verdad, estoy contenta por su insistencia. Leigh Anne es fuerte, interesante, auténtica, aunque me dio miedo meterme en sus zapatos. Ocho meses después la conocí en persona y me sorprendió su humanidad, su energía.–¿Por qué decide Leigh Anne adoptar a Michael?–Porque se trata de un ser humano generoso y original. Leigh Anne encontró a un niño en la calle, le dio cobijo, le dio de comer y, sobre todo, calor. Una cama para dormir. Ella pensó que iba a estar un día y al final terminó quedándose para siempre.–Ha tardado dos décadas en recibir una nominación al Oscar; con todo, se trata de alguien afortunado, porque lo ganó a la primera...–Sí, me siento una privilegiada, fue un regalo inesperado para un trabajo del que estoy muy orgullosa. Hasta ahora no había recibido ninguna candidatura porque las comedias no suelen recibir premios. Yo no trabajo pensando en el Oscar, sino por la pasión que me provoca este oficio.–Ha dicho que en un principio no quería aceptar a este papel. ¿Tanto se compromete en su profesión?–Bueno, soy un poco absurda, porque me entrego por completo, y como resultado mantengo una relación de amor y odio con el cine. He tratado de cambiar mi perspectiva y mantener cierta distancia con los personajes para evitar llevármelos a casa, pero me resulta imposible. Lo mismo ocurre cuando estoy produciendo una película. Me doy veinticuatro horas los siete días de la semana, por eso trato de elegir bien cada proyecto, porque no me interesa desgastarme, consumirme con algo que ni siquiera me deja dormir, porque cuando protagonizo un filme o lo financio llego hasta a enfermar de tanto como me doy... Ahora prefiero quedarme en casa, disfrutar de mi hogar, y si salgo de él debe tratarse algo único, maravilloso. –¿Y qué tipo de ideas consiguen convencerla?–No llevo un plan establecido. Sabía que esta película iba a cubrir las expectativas puestas en ella porque encarno a una mujer de carne y hueso absolutamente increíble. La mayoría de los personajes femeninos de Hollywood son bastante tontos en líneas generales, no suelen resultar ni suficientemente divertidos, ni profundos, ni funcionan en tanto villanos, ni como superheroínas.... Este papel supone todo un lujo. Es inteligente. Lo que tampoco quiere decir que vaya a repetir en un futuro.–¿Ve difícil encontrar el equilibrio entre la familia y el trabajo? –Todo el mundo tiene su propia vida. Yo me levanto a las cinco de la mañana y tal vez otros se van a dormir a esa hora... Creo que cada uno tiene lleva un ritmo diferente y que no debemos crear estereotipos de lo que es o no adecuado. Poseemos formas diversas de amar, energías distintas, una idea particular de en qué reside la felicidad. Yo no trabajo para validarme como ser humano, lo hago porque me gusta este mundillo, me apasiona. –¿Es, al menos, posible desearlo todo?–Nosotras de bemos comprender que la idea de felicidad no se encuentra en lo que la sociedad ha establecido. Conozco a muchas mujeres para quien su trabajo es su amor y su vida. No necesitan su otra mitad, se sienten completas sin pareja. Sé que uno puede estar enamorado del trabajo, felices, satisfechas. –Sin duda, su personaje en «Un sueño posible» es un ejemplo a seguir...–Leigh Anne es una persona generosa que sabe entregarse a los demás. Para mí fue una fuente de inspiración, y estoy segura de que lo será para todos los que descubran su historia. –Dicen que el éxito es un arma de doble filo. ¿Usted piensa eso?–Me parece importante no triunfar demasiado pronto. Tuve suerte, porque a mí el éxito no me llegó en la adolescencia, sino mucho más tarde. Primero conocí el rechazo, los fracasos, entre medias maduré, y comprendí lo que debía esperar de esta profesión. El desequilibrio es algo corriente entre las estrellas infantiles a menos que tengas un buen tutor o que te llames Jodie Foster, una madre genial y un ser humano extraordinario, por cierto.
Una intimidad ajetreadaLAS PREFIERE RUBIAS Parece que Bullock le ha cogido gusto al tirón que los besos entre mujeres dan a una gala televisa. Esta moda, inaugurada por Madonna y Britney Spears, ha tenido nada menos que dos réplicas en las últimas apariciones de la actriz. La primera, con Meryl Streep en la gala de los Critics Choice Awards en Los Ángeles (arriba). El segundo, con Scarlett Johansson en los MTV Movie Awards seis meses después.
ADOPCIÓN POLÉMICAEn pleno proceso de divorcio, la actriz adoptó a un bebé negro, una decisión que despertó la polémica en EE UU: se cuestionó por qué quiere uno niño negro, cuando también los hay blancos en adopción.
UN DIVORCIO PÚBLICOLa alegría por conseguir un Oscar no debió durarle mucho a Bullock. Pocos días después se hacía pública una supuesta infidelidad de su marido, Jesse James, con la modelo de tatuajes californiana (en la imagen de abajo) Michelle McGee. La demanda de divorcio de Bullock contra James ya está interpuesta, una decisión que no ha impedido que la actriz siguiera adelante con la adopción.
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