Lisboa
Portugal al borde del rescate intenta colocar 1000 millones a corto plazo
Portugal intentará mañana colocar bonos en dos líneas a seis meses y un año, con un montante de entre 750 millones de euros y 1.000 millones, cuando el país está al borde del rescate financiero por su dificultad para financiarse en el mercado.
El Tesoro luso realizará su segunda subasta en menos de una semana después de que el pasado 1 de abril emitiese con relativo éxito 1.645 millones de euros a quince meses de plazo a un interés del 5,79 por ciento, menor del desembolsado en el mercado secundario (6,4 %). En la última colocación de títulos a seis meses, el pasado 2 de marzo, los intereses se situaron en el 2,98 %, mientras que en la más reciente a doce meses, el 16 de marzo, fue del 4,331 %.
La subasta de deuda coincide con los apuros crecientes de Portugal para financiarse en el mercado, que exige a las obligaciones lusas con vencimiento a dos y tres años hasta el 9 y el 9,5 % de interés, superior al 8,66 % que pide en los bonos a diez años.
Los denominados seguros de impago de deuda ("Credit Default Swaps"en inglés) también acompañan la penalización de los títulos lusos y hoy subieron hasta niveles más caros que los propios seguros de Irlanda, rescatada el pasado noviembre.
La dimisión del Gobierno socialista de José Sócrates el pasado 23 de marzo a causa del rechazo parlamentario a su último plan de ajuste disparó la inestabilidad política y económica del país, cuya percepción de riesgo no ha parado de crecer.
Portugal, que sólo en 2010 emitió cerca de 52.000 millones de euros en deuda directa del Estado, un 30 por ciento más que en 2009, aún debe afrontar en los próximos tres meses el pago de más de 9.000 millones de euros por vencimiento de obligaciones de deuda.
El agravamiento de los intereses se une a las rebajas de las principales agencias de evaluación de riesgo, que han cortado la nota de Portugal debido a su creciente incertidumbre política, económica y presupuestaria. Standard & Poor's (S&P) y Fitch han situado en la última semana la nota soberana lusa en "BBB-", un nivel por encima del "bono basura", mientras que Moody's la rebajó hoy mismo hasta "Baa1".
Las principales instituciones financieras lusas tampoco han escapado a la devaluación y las agencias de riesgos pronostican que éstas se verán obligadas a solicitar apoyo al Banco Central Europeo para cubrir sus necesidades de refinanciación a corto y medio plazo.
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