Colombia

Obama lanza su artillería contra el Tea Party

El presidente finaliza una gira de tres días por el Medio Oeste en la que arremete contra los republicanos

Obama, de minigira por los Estados rurales
Obama, de minigira por los Estados ruraleslarazon

MADRID- Las generalizaciones son odiosas, simplistas y políticamente incorrectas, pero, al parecer, el presidente estadounidense Barack Obama ha decidido que le pueden resultar más que útiles a la hora de hacer campaña contra sus rivales republicanos en las próximas elecciones. La estrategia propuesta por sus asesores es muy sencilla: relacionar a todo el espectro político republicano, en especial a los aspirantes a la Casa Blanca, con el movimiento ultraconservador del Tea Party, cuya popularidad ha bajado en los últimos meses.

El espectacular ascenso de Michele Bachmann y Rick Perry como dos fuertes rivales en la carrera presidencial ha facilitado este cambio de táctica, ya que, hasta ahora, al equipo de Obama le resultaba difícil encontrar un solo molde en el que meter a todos los candidatos republicanos para arremeter contra ellos. Tanto el perfil de Bachmann como el de Perry solucionan este problema porque los dos simpatizan con el Tea Party, comulgan con sus valores y los han incorporado con decisión en sus discursos.

Ante esta perspectiva, de lo que se trata es de que Obama explote la idea de que los candidatos republicanos tienen que decidir si «deben jurar lealtad al Tea Party» o trabajar con los demócratas para generar empleos, señaló a AP el asesor de campaña del presidente Obama, Robert Gibbs.

Así, un vídeo reciente divulgado por el Comité Nacional Demócrata afirma que los legisladores republicanos y sus candidatos presidenciales están «adoptando políticas extremas» de ese sector ultraconservador.


Romney, «en sincronía»
El peor parado sería el ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney, que pretende presentarse a las elecciones como la opción moderada dentro del Partido Republicano y que hasta ahora ha estado balanceándose a uno y otro lado en el espectro de movimientos de la agrupación. Ayer, confesó desde New Hampshire que se consideraba «en sincronía con el Tea Party».

Por su parte, ni la congresista Bachmann, que se convirtió en una de las favoritas para encabezar la candidatura republicana tras ganar una consulta informal que celebró el partido en Iowa el pasado sábado, ni el popular gobernador de Texas, Perry, que anunció su candidatura ese mismo día, parecen temer la nueva estrategia de los demócratas. Ambos se mantienen firmes en sus ideas conservadoras en temas como el aborto o el matrimonio homosexual y defienden tajantemente políticas como la del recorte de los impuestos y de los gastos del Estado.

Para intentar contrarrestar las duras críticas republicanas contra su gestión de la crisis económica, Obama se embarcó en una gira en autobús por tres estados rurales del país en la que comenzó a poner en práctica los consejos de sus asesores.

En Minnesota, la primera de sus paradas, lanzó un ataque directo contra los aspirantes republicanos a la presidencia, criticándolos por oponerse a cualquier solución negociada para reducir el déficit que incluya nuevos impuestos. «Eso simplemente es falta de sentido común; hay que adoptar un enfoque equilibrado», dijo Obama a la multitud durante un encuentro con los votantes.

Desde Iowa, en su segundo día en la carretera, el presidente instó al Congreso a que apruebe medidas como los tratados comerciales con Colombia, Panamá y Corea del Sur, un recorte de los impuestos sobre la nómina y mayores inversiones para la construcción de carreteras. «Lo único que nos impide aprobar las medidas que he mencionado es la negativa de una facción en el Congreso a poner primero el país antes que su partido. Eso tiene que parar porque nuestra economía no se puede dar el lujo de politiquerías», argumentó Obama. El presidente, que ayer finalizó su recorrido en Illinois, aseguró que la economía estadounidense resurgirá «más fuerte que nunca» de la recesión y agregó que, si bien el país atraviesa muchos «desafíos», su Gobierno ha tomado medidas para corregir la marcha de EE UU.

Para conocer sus nuevas propuestas, habrá que esperar hasta principios de septiembre, cuando, según publicó ayer el diario «The Washington Post», el mandatario estadounidense dará a conocer a los ciudadanos un plan para la reducción del déficit y la creación de empleos. Y es que el índice de paro en Estados Unidos continúa por encima de un preocupante 9%.