Barcelona

Jóvenes a contracorriente

El toreo, el tabaco y el mundo de la velocidad viven una siuación complicada por la actual normativa.

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MADRID- Los jóvenes tienen cada vez más complicaciones para acceder al mercado laboral. Además, si a eso se le suman una serie de restricciones que el Gobierno ha llevado a cabo sobre distintos ámbitos el resultado es el de una generación a la que se la está impidiendo crecer y desarrollarse en aquello que más le gusta.

Uno de los sectores afectados por las decisiones del actual Gobierno ha sido el taurino. Serafín Marín es un torero de 28 años que no tiene reparo en reconocer las dificultades con las que se topa en su día a día por «culpa» de una serie de medidas que le han supuesto un lastre en su carrera profesional. «Comenzé a ponerme delante de una vaquilla cuando era pequeño y llevo toda la vida dedicándome al toreo. Nuestra profesión es tan digna como muchas otras, y eso debe ser comprendido por todos esos altos cargos que se empeñan en destruir una fiesta que es parte del patrimonio cultural y de la que muchos jóvenes dependemos para poder vivir». Marín, quien apuesta por fomentar unas subvenciones que año tras año han disminuido de forma notable porque «los recortes económicos nos están haciendo mucho daño, sobre todo a las jóvenes promesas. El principal problema es que las corridas están disminuyendo en los pueblos, y ahí es donde nace y se forma el auténtico torero, es como nuestra pasarela para darnos a conocer. Si eso desaparece, por desgracia lo único que quedará al final serán cuatro toreros consagrados que ocuparán todos los carteles de las principales plazas», confiesa resignado.

Serafín es consciente de las consecuencias que su profesión le puede acarrear a largo plazo. «Sé que es probable que si un día tengo que abandonar el toreo y dedicarme a otro oficio pueda ser mal visto por algún empresario; sin embargo, prefiero no pensarlo y seguir luchando por aquello que me da la vida», concluye.


Una profesión en peligro
España cosecha más de 40.000 toneladas de tabaco en rama al año. Es el tercer país cultivador de este producto de la Unión Europea. La semilla del tabaco, una de las más pequeñas que existen, ha de ser sembrada en semilleros, continuamente regados y abonados. Así comienza el ciclo de un cultivo que da empleo a más de 20.000 familias españolas, de las cuales muchos miembros son jóvenes que continúan con la tradición que un día les enseñaron sus padres o abuelos.

Una vez recogida, las hojas son tratadas y procesadas hasta llegar en forma de producto final a los estancos, que han visto como la Ley Antitabaco está afectando a muchos de sus empleados, entre los que se encuentran una gran cantidad de estanqueros jóvenes que a día de hoy viven una gran incertidumbre por su futuro profesional. Es el caso de Iván Borregón, quien con tan sólo 19 años empezó a trabajar en un estanco que anteriormente había sido propiedad de sus abuelos.

Borregón ha visto como en muy poco tiempo el negocio familiar ha peligrado por una Ley que les ha supuesto grandes pérdidas. «En este tiempo las ventas de tabaco han bajado un 30 por ciento y si no eres capaz de ofrecer otro tipo de productos estás perdido, lo cual es una pena, por que somos muchas las personas que hemos heredado un negocio que hoy en día ve peligrar su existencia», asegura.

Uno de los peores momentos para Iván llegó con una de las inspecciones a las que muchos estanqueros se ven sometidos continuamente: «Me multaron con 12.000 euros por regalar un mechero a un cliente, ya que supuestamente con ello lo que hacía era fomentar el consumo de tabaco», comenta indignado a la vez que critica la actuación del Gobierno. «Nos vigilan mucho más que antes y en realidad son ellos quienes nos venden el tabaco».


«No defiendo la velocidad»
Desde que se aprobara la Ley de 110 km/hora, la velocidad en las carreteras se está convirtiendo en algo reservado para los circuitos de carreras. Algo de lo que entiende mucho Albert Costa, un joven piloto que con tan sólo 20 años tiene un gran palmarés a sus espaldas. Tras empezar con los karts fue ascendiendo de categoría a pasos agigantados, tanto, que ha llegado a enfrentarse a pilotos mucho más mayores que él y en la actualidad está muy cerca de llegar a conseguir el sueño de pilotar un Fórmula 1.

Costa cree que los límites tan estrictos no son buenos para los conductores. «No soy ni mucho menos defensor de la velocidad, pero creo que esta norma lo único que hace es fomentar la monotonía y el riesgo de accidentes; además, puedo asegurar que el consumo de gasolina aumenta a menos velocidad», señala el joven, quien además cree que «lo adecuado sería poder ir a 140 km/ hora en autovías y autopistas».


Emprendedores arriesgados
- Son muchos los jóvenes que, en tiempos de crisis, se lanzan a la aventura de poner en marcha iniciativas empresariales. Llama la atención el hecho de que un buen número de ellos entran en la lista de los empresarios más influyentes gracias a proyectos fuertemente ligados a internet y a las nuevas tecnologías.
- Los jóvenes empresarios españoles citan como los principales problemas para sacar adelante un proyecto la dificultad del acceso a la financiación y la elevada fiscalidad pero, aún así, no renuncian a intentarlo.


Serafín Marín, torero profesional
Este joven de 28 años nació en Barcelona el 5 de mayo de 1983. Tomó la alternativa en la Monumental de Barcelona, en la tarde del 4 de agosto de 2002 con toros de Villamarta, siendo su padrino El Califa y su testigo Alfonso Romero. En la actualidad es uno de los toreros más representativos de Catañuña.
Albert Costa, piloto
Con sólo 20 años tiene un gran palmarés a sus espaldas. Tras empezar con los karts, ascendió categorías a pasos agigantados, tanto que ha llegado a enfrentarse a pilotos mayores que él y actualmente está muy cerca de llegar a conseguir el sueño de poder pilotar un Fórmula 1.