La Junta otorgó un millón del fondo de reptiles por «presiones» de un alcalde

Sevilla- «En los próximos tres o cuatro días podríamos encontrarnos en una situación descontrolada y mediáticamente peligrosa y perjudicial para la Junta de Andalucía y sus responsables en este asunto». Éste es el argumento que el entonces alcalde de Baena (Córdoba), el socialista Luis Moreno, utilizó en un carta, remitida al que fuera director general de Empleo, Francisco Javier Guerrero –imputado en el caso de los ERE irregulares–, para exigir unas ayudas destinadas a la Sociedad Cooperativa Andaluza Scafa. Un asunto que «quedó acordado y conveniado» y que, «de no intervenir a tiempo», insistía Moreno en la misiva fechada el 8 de agosto de 2007, «podría causar la pérdida de decenas y decenas de empleos femeninos, con grave repercusión social y mediática».

Y lo cierto es que, según denunció ayer el PP-A, el Gobierno andaluz concedió en octubre de ese año, «vía el fondo de reptiles» –partida presupuestaria 31L– , un préstamo de un millón de euros a esa empresa cooperativa.

Dinero que, según el secretario general de los populares andaluces, Antonio Sanz, «no consta que tuvieran que devolver», a tenor de los datos a los que han tenido acceso sobre la contabilidad de la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía IDEA.

El acuerdo se formalizó con un convenio de colaboración suscrito entre la Dirección General de Trabajo y Seguridad Social de la Consejería de Empleo y la mencionada IDEA. En el documento, facilitado por los populares, se recoge, además, que se había concedido a Scafa con anterioridad una «ayuda excepcional de 250.000 euros».

«Así también evito yo la peligrosidad mediática y la conflictividad», ironizó Sanz, para lamentar que «un alcalde exija a la Junta que se paguen unos compromisos adquiridos con dos delegados provinciales y una responsable de alto nivel de la Consejería –Isabel de Haro– y rápidamente se aborde la situación».

Cree que además del descrédito para la institución que supone ceder «a las presiones políticas de un alcalde», lo sucedido en relación a Scafa constituye «un nuevo hito» que demuestra «cómo por intereses partidistas se tomaban decisiones para salvar situaciones electorales del PSOE».

Eslabón imprescindible, para Sanz, es que estas ayudas «se concedan sin solicitud por parte del beneficiario, ni documentación acreditativa de la finalidad pública o las razones de interés social o económico para concederlas; sin la finalidad concreta para la que se reciben ni plan de viabilidad; sin acuerdo del Consejo de Gobierno...». En definitiva, sin «expediente alguno» que, en casos como el del préstamo a la Sociedad Cooperativa Andaluza en cuestión, «soporte que hubiera que darle esa ayuda».

Tras recordar que los populares ya han puesto de manifiesto en varias ocasiones que «la Agencia IDEA se convirtió en la banca privada» de los socialistas, el secretario general se centró en la carta de Moreno para aseverar: «Era la vía para que el fondo de reptiles fuera el salvavidas electoral del PSOE ante situaciones de peligrosidad social». Quiso dejar sentado que le parece una «vergüenza» el destino que se le dio al «dinero de los parados» y anunció que su formación pedirá explicaciones en el Parlamento.