Bádminton
Un millonario norteamericano se suicida al escuchar su condena
Michael Marin, un todo poderoso broker de Wall Street se enfrentaba a 16 años de cárcel por quemar su mansión para salir de la ruina. Incapaz de afrontar la vida desde una celda hunde su cabeza, abre el puño y traga algo, posiblemente una sustancia tóxica, mientras el juez prosigue. Cinco minutos más tarde, la cabeza de nuevo sobre las manos, por segunda vez toma algo.
La sustancia ingerida hace su efecto y Michael Marin convulsiona cayendo fulminado.
El dramático epílogo elegido ha dejado estupefacta a la sociedad estadounidense. Porque Michael Marin fue un triunfador. Su mansión de 3 millones de euros albergaba Picassos que exhibía ante las cámaras.
Pero cuando llegó la ruina este padre de cuatro hijos la quemó para cobrar el seguro huyendo con el traje de buceo puesto para salir con vida.
Detenido, juzgado e impuesta una pena equiparable al asesinato en segundo grado, Michael Marin no lo pudo soportar. Los exámenes toxicológicos desvelarán qué veneno tomó.
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