La caída fatal de Juan

Eran sobre las once y media de la mañana, «hora valle» y no había demasiada gente en el andén, unas 30 personas, según un portavoz de la empresa municipal. No se sabe muy bien qué pudo ocurrirle al hombre, que estaba situado como a la mitad del andén de la línea «naranja» en dirección Pitis. Las últimas imágenes de Juan no muestran, aparentemente, que se encontrase en estado de embriaguez, mareado o desorientado. Al menos, no hace ningún gesto significativo ni paseaba por el filo del andén en un acto de irresponsabilidad, por eso, parece que el hombre simplemente se despistó y no se dio cuenta de lo cerca que se encontraba del final del andén. En cualquier caso, Juan pierde el equilibrio y cae a las vías del tren. Inmediatamente hace el amago de levantarse para subir (el golpe que sufrió en la caída no le dejó inconsciente). En las imágenes también se observa cómo algunos viajeros que se encontraban en el mismo andén tratan de socorrerle pero no dio tiempo. En ese momento entró el conductor del convoy pero, aunque frenó en cuanto se percató de la situación, fue inútil y arrolló a Juan a su paso. Los servicios de Emergencias del Ayuntamiento de Madrid llegaron enseguida pero no pudieron hacer nada por el hombre. Los sanitarios del Samur sólo pudieron certificar la muerte de Juan, que presentaba múltiples traumatismos, y los bomberos del Ayuntamiento tuvieron que colaborar en las labores de rescate.

El conductor del metro y una chica que presenció la terrible escena tuvieron que ser atendidos por los psicólogos del Samur. El metro estuvo cortado entre Canal y Valdezarza (L7) hasta las dos de la tarde.